Policía venezolana detuvo a cónsul y 40 funcionarios colombianos

Unos 40 colombianos y un funcionario del Consulado de Colombia en Caracas fueron detenidos la policía municipal en medio de un operativo de renovación de documentos, informó la cónsul colombiana María Elvira Cabello.

La funcionaria dijo en declaraciones a los medios locales que la detención de entre "20 y 40" colombianos, así como de un funcionario del consulado ocurrió la tarde del domingo en la barriada de Catia, oeste caraqueño, por la Policía del municipio Libertador, conocida como Policía de Caracas.

Los efectivos policiales alegaron que el Consulado carecía de un permiso que emite el Ministerio del Interior y Justicia para poder llevar a cabo la prestación de servicios consulares a los colombianos.

"Yo me acerqué a la persona que estaba a cargo del operativo, le mostré mis credenciales y le dije "discúlpanos pero si había que solicitar un permiso en el Ministerio de Interior y Justicia es desconocimiento mío, índicame que debo hacer", explicó la cónsul.

Manifestó su sorpresa ante la situación, dado que lleva "cuatro años" en el país y el Consulado realiza operativos de servicios consulares como el de este domingo, que estaba previsto desde mayo pasado, incluso con el apoyo de cuerpos como la Policía Metropolitana (PM), la mayor de Caracas, y la Guardia Nacional (GN-policía militarizada).

"Creo que no era la forma de detener a los colombianos y de quitarnos los pasaportes, las cédulas, ni de retenernos los computadores ya que los equipos y el material consular tienen inmunidad diplomática. Nunca hemos tenido problemas", dijo Cabello.

Esas declaraciones las hizo la cónsul a las puertas de la sede de la Policía de Caracas, en la cota 905, mientras esperaba la liberación de los colombianos detenidos.

Añadió que la Cancillería de Colombia hacía las comunicaciones necesarias para aclarar la situación y lograr la liberación de los detenidos.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, congeló las relaciones con Colombia el pasado 28 de julio, en respuesta a unas denuncias colombianas "malsanas" de un supuesto desvío de armas a la guerrilla colombiana de las FARC.