Un portavoz del Gobierno ruso dijo que las nuevas acusaciones en la campaña electoral estadounidense son "una histeria antirrusa sin precedentes".
Rusia rechazó este martes las acusaciones de Estados Unidos de presuntos ciberataques contra instituciones y organizaciones políticas norteamericanas con el fin de influir en las elecciones presidenciales.
"No existe ninguna prueba que apoye unas acusaciones tan graves", dijo Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores, en un comunicado. También comentó que las nuevas acusaciones en la campaña electoral estadounidense son "una histeria antirrusa sin precedentes".
"Llegaron a decir que dicha tecnología ya había sido utilizada por Moscú en Europa y Eurasia para influir en la opinión pública", dijo.
Espionaje. El diplomático contó que desde noviembre pasado Rusia se ha dirigido en varias ocasiones a EEUU para mantener consultas con el fin de coordinar la lucha contra los ciberataques, pero Washington se niega a cooperar.
El Kremlin tildó las nuevas acusaciones de "sandeces" y recordó que cada día la página web del presidente ruso, Vladímir Putin, es objeto de decenas de ataques, algunos procedentes de territorio estadounidense. "Nosotros no culpamos a la Casa Blanca o a Langley (sede de la CIA) cada vez que esto ocurre", dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial.
Los servicios de inteligencia y seguridad nacional de EEUU acusaron el viernes a Rusia de autorizar esos ciberataques, incluido el cometido en julio contra el Comité Nacional (DNC) del Partido Demócrata.
John Podesta, jefe de campaña de la candidata demócrata, Hillary Clinton, volvió a acusar a Rusia de filtrar sus correos electrónicos a WikiLeaks para favorecer al contrincante republicano, Donald Trump. (Con información de EFE).
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