El gobierno de Ortega ha creado una "monodependencia" con Venezuela y se ha alejado de otros países con sus insultos.
El presidente nicaragüense Daniel Ortega no sólo está preocupado por la salud de su amigo y homólogo venezolano Hugo Chávez, sino también por la suerte que corre su país que está vinculado directamente con la contribución de la nación llanera, y una eventual salida del poder chavista pondría en peligro la economía local.
El gobierno de Ortega aprovechó la intención del mandatario bolivariano de contrarrestar la influencia de los Estados Unidos en la región y fue creando una "monodependencia" con Venezuela. Según un informe del Banco Central, los flujos de la cooperación en el 2010 ascendieron a 511 millones de dólares, de los cuales 337 millones corresponden a la factura petrolera, en el marco de la ayuda establecida en el Acuerdo de Cooperación Energética Petrocaribe.
Las consecuencias de ese sistema pusieron en alerta a la clase dirigencial nicaragüense, que advirtió sobre la vulnerabilidad que tendrá la economía de ese país ante el futuro incierto del país sudamericano.
"Se va a restringir la ayuda y no sólo a Nicaragua, sino a todos los países, porque Venezuela lo necesita para poder sobrevivir", indicó el diputado liberal Oscar Moncada al diario La Prensa, que consultó a expertos para que analicen la situación.
El legislador opositor vaticinó, además, que los propios aliados de Chávez lo traicionarán cuando éste comience a perder poder. Aseguró que en las segundas líneas del gobierno venezolano no existe esa idea de cooperación con otros países para ganar influencia, cuestión imprescindible en estos momentos para Nicaragua, ya que Ortega ha alejado a otros países con sus insultos.
"El país no puede depender de una persona, porque independientemente de cómo evolucione la salud de Chávez, causa incertidumbre", dijo un economista a ese diario. "La lección que debe sacarse es que los caudillos son mortales, pero se endiosan y al endiosarse destruyen la institucionalidad del país", agregó.
Mónica Baltodano, diputada opositora, explicó que las repercusiones en la economía de esa dependencia no se verán al menos en los meses que faltan del año, ya que hay convenios y acuerdos fijados con sus montos y desembolsos. Pero alertó sobre lo que pueda ocurrir en 2012.
AFP
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