Los pobladores niegan que esta matanza sea por diversión, sino que lo hacen para comer, ya que la grasa del delfín sustituye las vitaminas de las frutas y verduras.
Una sangrienta matanza de miles de delfines calderones se registró en la bahía de las Islas Feroe, en Dinamarca, acción que ha causado la conmoción y protesta de todo el mundo.
El hecho sucedió, como cada año, en la ciudad de Tórshavn, capital de las Islas Foroe, donde habitan unos 15 mil habitantes, quienes participaron de esta cacería. Algunas agencias de noticias afirman que es un ritual
Los pobladores niegan que esta matanza sea por diversión, sino que lo hacen para comer, ya que la grasa del delfín sustituye las vitaminas de las frutas y verduras de las cuales carecen, recoge el portal español El País.
Los habitantes de las Feroe quieren continuar comiendo calderón, que supone aproximadamente una cuarta parte de su consumo total de carne, por lo cual capturan unos mil anuales.
Sin embargo, la Convención para la Conservación de la Vida Salvaje Europea y los Hábitats Naturales ha puesto a las calderones la etiqueta de "protección alta".
La organización ecologista Greenpeace alerta de que cada vez hay menos delfines calderones y de que "por desgracia, la matanza de calderones no está regulada".
Pedro Secorún, director del programa sobre el medio marino Thalassa (TV3), calificó este hecho como "un acto de muerte y sangre, nada agradable. El ambiente es de fiesta, como antes en España en la matanza del cerdo".
El hecho sucedió, como cada año, en la ciudad de Tórshavn, capital de las Islas Foroe, donde habitan unos 15 mil habitantes, quienes participaron de esta cacería. Algunas agencias de noticias afirman que es un ritual
Los pobladores niegan que esta matanza sea por diversión, sino que lo hacen para comer, ya que la grasa del delfín sustituye las vitaminas de las frutas y verduras de las cuales carecen, recoge el portal español El País.
Los habitantes de las Feroe quieren continuar comiendo calderón, que supone aproximadamente una cuarta parte de su consumo total de carne, por lo cual capturan unos mil anuales.
Sin embargo, la Convención para la Conservación de la Vida Salvaje Europea y los Hábitats Naturales ha puesto a las calderones la etiqueta de "protección alta".
La organización ecologista Greenpeace alerta de que cada vez hay menos delfines calderones y de que "por desgracia, la matanza de calderones no está regulada".
Pedro Secorún, director del programa sobre el medio marino Thalassa (TV3), calificó este hecho como "un acto de muerte y sangre, nada agradable. El ambiente es de fiesta, como antes en España en la matanza del cerdo".
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