Fuentes policiales señalaron que los tres ejecutados fueron secuestrados de forma violenta por seis individuos en una gasolinera al sur de Managua.
La responsable de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) de la Policía de Nicaragua, comisionada Glenda Zavala, en declaraciones hoy a la prensa local recordó que los nicaragüenses Wilfredo Concepción Barraza Larios, José Angel Varela Mendoza y un hijo de éste, José Angel Varela Castro, murieron tiroteados el sábado pasado en el municipio de Cárdenas, fronterizo con Costa Rica.
La fuente señaló que los tres ejecutados fueron secuestrados de forma violenta por entre cuatro y seis individuos el viernes pasado en una gasolinera, 8 kilómetros al sur de Managua, y sus cadáveres fueron hallados cerca de Cárdenas, municipio del departamento (provincia) de Rivas el sábado pasado.
Según la comisionada Zavala, Barraza Larios supuestamente formaba parte de un grupo delictivo que secuestró a cinco hondureños en lugar y fecha no precisada por cuya liberación "cobró una fuerte suma de dinero", y que el móvil de las ejecuciones haya sido la venganza hecha por los sicarios hondureños.
Los nombres de los hondureños secuestrados no fueron revelados por las autoridades.
La funcionaria policial dijo que las autoridades investigan qué tipo de relaciones existían entre Barraza Larios y las otras dos personas que lo acompañaban y que resultaron muertos a tiros.
Además, reconoció que las autoridades tienen en su poder un vídeo del sistema de seguridad de la gasolinera sobre el secuestro de los nicaragüenses que están analizando y que las investigaciones continúan para esclarecer otros aspectos de las ejecuciones.
EFE
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