Toledo pide políticas sociales contra la pobreza en América Latina

El ex presidente de Perú Alejandro Toledo abogó por un crecimiento económico en América Latina que vaya acompañado de políticas sociales, a fin de sacar de la pobreza a 200 millones de latinoamericanos.

Toledo hizo ese llamamiento antes de pronunciar en la Casa de América de Madrid una conferencia sobre la denominada "Agenda Social para la Democracia en América Latina", que abarca un periodo de veinte años y fue presentada el pasado noviembre en la Cumbre de Estados Iberoamericanos, celebrada en Estoril (Portugal).

Ese proyecto, respaldado por veinte ex presidentes latinoamericanos, es obra de la Fundación Global para el Desarrollo y la Democracia (CGDD), liderada por el propio Toledo, que gobernó su país entre 2001 y 2006.

"Ahora nos toca construir una agenda social para la democracia para América Latina en los próximos 20 años", dijo el ex mandatario.

Toledo defendió "una agenda social que no sólo ponga énfasis en el crecimiento económico", sino que asuma "políticas sociales deliberadas que permitan reducir esos 200 millones de latinoamericanos que están condenados a vivir por debajo de la pobreza y en el mundo de la exclusión social".

El ex mandatario peruano indicó que quiere hacer llegar "pronto" ese proyecto a los gobernantes de la Unión Europea (UE), al presidente de EEUU, Barack Obama, y al Gobierno de Canadá.

Toledo cree "importante" aplicar esa agenda social, "porque si no ponemos énfasis en la reducción de la pobreza y la exclusión, va a haber muchos ruidos en las calles de América Latina y ese ruido no es muy favorable para la atracción de capital y de inversión".

"Si hay tumulto social -advirtió-, los capitales de inversión se ahuyentan, se trunca el crecimiento y se mina la democracia, y ahí surge ese autoritarismo populista que aparece en América Latina como consecuencia de la existencia de la pobreza".

Con todo, el ex presidente cree que, en los últimos 25 años, han tenido lugar "avances importantes en el manejo de las políticas económicas en América Latina".

"Una evidencia de eso -argumentó-, es que la crisis financiera global ha encontrado a las economías de América Latina con unas piernas mucho más fornidas para amortiguar los impactos adversos de la crisis financiera producida en el mundo desarrollado".

Esa circunstancia "es una prueba" de que las economías latinoamericanas son "mucho más sólidas", pese a que "están pagando la factura, porque tres millones de nuevos pobres se incorporan al hueco oscuro de la pobreza otra vez".

En ese sentido, Toledo considera que, aunque "estamos tratando de salir" de la crisis, "las economías industrializadas, como la UE y EEUU, necesitan manejar sus sistemas financieros con más responsabilidad".

En su opinión, ese manejo es necesario porque "se pasa la factura a los países más pobres del mundo en desarrollo", ya que la crisis "provoca un efecto de arrastre para las otras economías".

Además, subrayó, "los gobiernos no deben apretar la cuerda (para resolver la crisis) por el lado de las políticas sociales, que al final de cuentas impactan en los de más abajo"

"Siempre los bancos y las grandes empresas son salvadas, como ha sucedido en EEUU. ¿Quién salva a los que están abajo, a los desempleados, a los que no tienen pensión (...)?", se preguntó el ex jefe de Estado peruano.

Toledo entiende que los gobernantes de América Latina deberían "decirle a los países industrializados que en esa piscina estamos todos, que no se rompa la pita siempre por el lado más débil".

Aparte de su conferencia en la Casa de América, Toledo tiene previsto viajar este viernes a Sevilla (sur de España) para participar en la Asamblea Parlamentaria EuroLat, que se inauguró hoy y congrega a diputados europeos y latinoamericanos.

Los parlamentarios, que se reúnen hasta el sábado, deben acordar propuestas para presentarlas a la VI Cumbre UE-Latinoamérica y el Caribe, que se desarrollará en Madrid el próximo día 18.

Toledo también tiene previsto reunirse este fin de semana con grupos de peruanos en la capital española y Barcelona (noreste). EFE