El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, consideró que renunciar al derecho de ejercer el mando en Honduras ´es como renunciar al derecho a la vida y a la justicia´.
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, consideró hoy que renunciar al derecho de vivir y ejercer el mando en Honduras "es como renunciar al derecho a la vida y a la justicia", algo que a su juicio es "irrenunciable".
En declaraciones a la radio Cooperativa de Chile, Zelaya volvió a exigir su restitución en la presidencia de Honduras, que representa el punto principal de la propuesta presentada por el mandatario costarricense y mediador en este conflicto, Óscar Arias.
Zelaya ha aceptado todos los puntos de la propuesta de Arias, pero el Gobierno hondureño de facto, encabezado por Roberto Micheletti, la rechazó al considerar inaceptable la restitución del derrocado mandatario.
Por otro lado, Zelaya agradeció el apoyo de la gobernante chilena, Michelle Bachelet, quien en su calidad de presidenta pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) volvió ayer a formular un llamamiento "urgente" al restablecimiento de la democracia en Honduras.
"Chile ha sido uno de los países, con su presidenta y todas las demás organizaciones más definido en la condena a este golpe, (en) no reconocer sus autoridades y (en) pedir la inmediata restitución del sistema democrático hondureño", dijo Zelaya.
El depuesto mandatario indicó que la solución a esa crisis tiene que estar basada en la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) y en las resoluciones de Naciones Unidas, es decir, que él retorne al poder y los golpistas sean sancionados.
"Entiendo yo que tiene tres conceptos, primero, la restitución inmediata del Gobierno que fue revocado, la condena a los golpistas y lo tercero el no reconocimiento a las autoridades ilegítimas surgidas de este golpe de Estado", afirmó.
Además, se mostró seguro de que va a mantener el apoyo de la comunidad internacional, como ha ocurrido hasta ahora, porque las instituciones multilaterales y las principales potencias mundiales coinciden ante todo en defender la democracia.
"Hay procesos democráticos de diferentes formas en diferentes países y eso no puede cambiar, así que creo que el retroceso que quiere imponerle el sistema de Honduras no es aceptado por nadie", declaró Zelaya.
Este miércoles se cumple el plazo de 72 horas que el presidente costarricense dio para destrabar las posturas que el domingo hicieron fracasar el diálogo para solucionar el conflicto, iniciado el pasado 28 de julio con el derrocamiento de Zelaya.
EFE
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