La reunión se realiza en pleno clima de distensión en la península de Corea.
Corea del Norte celebra hoy la sesión anual de su Asamblea Popular Suprema, en la que se espera que el régimen apruebe políticas internas antes de las cumbres históricas que Pyongyang mantendrá con Seúl y con Washington.
La sexta sesión de la XIII Asamblea Popular Suprema -nombre que se da al parlamento norcoreano- se desarrolla en pleno clima de distensión en la península de Corea y poco más de dos semanas antes de la reunión prevista para el día 27 entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente del Sur, Moon Jae-in.
Seúl y otros observadores internacionales aguardan con atención los resultados de esta sesión, de la que los medios estatales norcoreanos por ahora sólo han anunciado que se celebra hoy, ante la posibilidad de que el hermético régimen haga algún pronunciamiento de cara a las esperadas cumbres.
Las sesiones de la Asamblea, máximo órgano legislativo del país encargado de refrendar las decisiones tomadas por la cúpula del PTC bajo el mando del líder supremo, suelen servir para aprobar los presupuestos del país y aplicar posibles cambios en la cúpula del poder.
Kim Jong-un ha participado en seis de las ocho sesiones del citado órgano celebradas desde que llegó al poder en 2011, por lo que se espera que el líder asista a la reunión de hoy y haga una intervención en la que podría enviar algún mensaje sobre sus próximas reuniones con Moon y con el presidente estadounidense, Donald Trump.
El líder supremo norcoreano participó el pasado lunes en una reunión del Comité Central del Partido de los Trabajadores, en la que realizó su primer comentario oficial sobre los contactos entre su país y Estados Unidos, así como sobre la cumbre que mantendrá con Moon.
En dicha reunión, Kim "hizo un profundo análisis y evaluación" del desarrollo de las relaciones Norte-Sur y sobre "las perspectivas de diálogo" con EEUU, según informó la agencia estatal norcoreana KCNA.
El encuentro entre Norte y Sur será el primero entre líderes de ambos países en once años, mientras que la cumbre entre Trump y el líder supremo norcoreano, previsto para finales de mayo, será el primero de la historia entre mandatarios de ambos países.
Ambas cumbres acontecerán después de un proceso de deshielo entre los países vecinos, que permanecen técnicamente en guerra, y de que Pyongyang mostrara su disposición a tratar la desnuclearización de la península de Corea. (EFE)
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