María García, especialista en Derecho Migratorio, consideró que no se debe hablar de "migrantes ilegales" en la frontera Tacna-Arica, porque "no siempre estamos hablando de personas que quieren incumplir la ley, sino que no tienen las vías para poder regularizar" su situación.
La tensión que se vive actualmente en la frontera Tacna-Arica continúa patente, luego de que ayer, lunes, un grupo de entre 30 y 40 migrantes irregulares desbordara la vigilancia policial e intentara cruzar el Complejo Fronterizo Santa Rosa, donde finalmente fueron contenidos.
Esta crisis migratoria se registra luego de que el candidato presidencial chileno José Antonio Kast adelantara que, de llegar al cargo, expulsará de su país a los ciudadanos extranjeros en situación irregular. Ante la llegada de los migrantes a la zona fronteriza, el gobierno de José Jerí declaró el estado de emergencia en varios distritos de Tacna y movilizó un importante contingente militar a la región.
Por su parte, el canciller Hugo de Zela señaló la instalación del Comité Binacional de Cooperación Migratoria, inaugurado ayer junto a su homólogo chileno, Alberto van Klaveren, cuyo objetivo, según indicó, es dejar de ver la crisis como un problema aislado de cada país y abordarlo bajo un "diagnóstico compartido".
Ante esta situación, María García Calderón, especialista en Derecho Migratorio y exfuncionaria de ACNUR, en diálogo con RPP, propuso medidas que se podrían implementar para afrontar la crisis migratoria que, según consideró, tendría mayores dimensiones ante la previsible victoria de Kast en Chile.
"No siempre estamos hablando de personas que quieren incumplir la ley"
García Calderón señaló que "no deberíamos hablar de migrantes ilegales" para referirnos a los que se encuentran en la frontera Tacna-Arica, pues "no siempre estamos hablando de personas que quieren incumplir la ley".
"No deberíamos hablar de migrantes ilegales, sino de migrantes irregulares, que son justamente aquellos que no han regularizado su situación, porque, por ejemplo, muchos de ellos son venezolanos. En Venezuela, actualmente, Chile y Perú no tienen relaciones, las embajadas están cerradas. Muchos de estos migrantes irregulares, aunque quisieran, no pueden sacar pasaporte, no pueden solicitar visa, porque no tienen a dónde hacerlo", explicó.
"Entonces, no siempre estamos hablando de personas que quieren incumplir la ley, sino que no tienen las vías para poder regularizarlo. Definitivamente una alternativa podría ser que el propio Estado chileno establezca vías de regularización, haciendo una distinción de aquellas personas que pueden quedarse, que ellos desean también que se queden, versus, aquellas personas que definitivamente tal vez tienen antecedentes, que no tienen cómo probar su identidad, que no están en una situación de vulnerabilidad, y por lo tanto en esos escenarios sí se podrían tomar otras alternativas", agregó.
La especialista señaló también que pedir un "corredor humanitario" no sería correcto "jurídicamente hablando", pero que se podría plantear "un retorno voluntario" y "hacer una distinción entre los que son refugiados, que son aquellas personas que de ser devueltas a Venezuela podrían correr un riesgo", es decir, "que su vida, su libertad, puede correr peligro". "Por lo tanto, ellos no deberían ser devueltos en virtud del principio de no devolución, que es un principio jurídico internacional", acotó.
"Existen varias alternativas. En realidad, igual también esto tiene que ver con un tema muy político y el deseo de cooperar de parte de los estados. Se mencionaba […] la posibilidad de, tal vez, proporcionar buses y generar justamente una especie de paso para todas las personas que tienen nacionalidad venezolana, personas de nacionalidad ecuatoriana, en concreto, digamos, hacer diferencias en cada nacionalidad […], pero para lograr ese paso necesitamos necesariamente una cooperación de Ecuador, de Colombia y finalmente de Venezuela, para saber si van a poder ser recepcionados al final en su frontera", resaltó.
"Y siempre haciendo hincapié que, dentro de este grupo de personas, que actualmente si bien no son muchos -se estima que hay entre unas 70 a 100 personas- tenemos que hacer distinción y establecer un diagnóstico para ver de qué tipo de población estamos hablando. ¿Estamos hablando de población vulnerable, de población que califica para ser refugiada, que el Estado chileno debió proteger o que ahora el Estado peruano debe proteger? ¿O estamos hablando tal vez de migrantes económicos que tienen la decisión y pueden ser retornados a Venezuela siempre con la cooperación adecuada?", añadió.
En esa línea, María García señaló que "si no son refugiados y no corren peligro de ser devueltos, sí se podría pactar una devolución en el sentido de, por ejemplo, proporcionar vuelos aéreos, cosa que ha sucedido en pandemia".
"En Brasil, por ejemplo, se devolvió a bastantes ciudadanos de nacionalidad venezolana. Pero siempre es en el escenario en que no exista un riesgo, vuelvo a repetir, de vida o que su libertad se vea afectada. Y en coordinación con Venezuela, que obviamente sabemos que actualmente el espacio aéreo está cerrado, y no sabemos si va a continuar por mucho tiempo", indicó.
"Si no son vuelos, también podemos tener la alternativa del espacio terrestre, que logísticamente y financieramente puede implicar mayores dificultades, por lo mismo que necesitamos coordinar con otros estados, pero se puede hacer, por lo menos ahora, considerando que son pocas las personas. Y obviamente si las personas [...] no han cruzado todavía la frontera, digamos que, hasta cierto punto, el Estado chileno actualmente es quien debe también proporcionar alguna solución, por ejemplo, permitiendo la regularización migratoria de algunas de las personas que se encuentran ahí", aseveró.
Finalmente, la especialista consideró que "es muy positivo" el Comité Binacional que se ha creado recientemente.
"Sobre todo en la parte del diagnóstico, porque no se puede dar una solución si es que no se sabe efectivamente cuál es la población a la que estamos, digamos, enfrentándonos si se quiere de alguna manera. Y algo también muy importante que se mencionó: ¿va a haber una afluencia masiva si gana el candidato Kast? Sí. En ese escenario, entonces también tenemos que estar preparados a establecer puestos fronterizos con personal capacitado, que también vea a las personas de manera humanitaria y sepa distinguir de aquellos que tienen la necesidad de protección internacional, de acuerdo al derecho internacional humanitario, y aquellos que sí se podrían permitir un paso, lo que implica obviamente otro escenario más logístico y financiero", puntualizó.