La maniobra se realizó para probar la efectividad de su sistema antimisiles ante un hipotético ataque desde Corea del Norte.
Estados Unidos realizó con éxito una prueba de interceptación de un misil balístico intercontinental desde su base de Vandenberg (California). La maniobra estuvo destinada a asegurar la efectividad del sistema antimisiles en medio de las crecientes tensiones militares con Corea del Norte.
La interceptación se produjo como estaba previsto sobre el Océano Pacífico, cuando un cohete lanzado desde la base californiana destruyó una prueba de misil intercontinental procedente del Atolón Kwajalein, en las islas Marshall.
Respuesta a Pyongyang. La prueba se hizo dos días después de que Corea del Norte disparara un misil que recorrió 450 kilómetros hacia el este hasta caer en aguas de la Zona Económica Especial (EEZ) de Japón (espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde sus costas). Es la primera vez que el Pentágono trató de derribar un misil de alcance intercontinental.
Corea del Norte sigue dando pasos hacia la posibilidad de tener tecnología de misiles de largo alcance capaz de llegar a territorio estadounidense, así como el desarrollo de una ojiva nuclear lo suficientemente compacta como para ser armada en un misil. (EFE)
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