Cecilia Foelsche vive en Reikiavik desde hace años y, pese al duro clima, ha logrado acostumbrarse a la vida en la pequeña isla que hoy hace noticia gracias a la Eurocopa.
La pequeña isla de Islandia, que hoy hace noticia por sus triunfos en la Eurocopa, es un país poco conocido, pero la vida allá, pese al duro clima, es muy apacible, tal como lo cuenta nuestra compatriota Cecilia Foelsche, quien radica allá desde hace años. Nuestra compatriota llegó hasta la isla europea acompañando a su hermana, quien se casó con un islandés. La experiencia vivida la atrajo y decidió radicar allá. Años después conocería a un islandés, que hoy es su esposo.
Duras condiciones. “Al principio era difícil pero uno se va acostumbrando, y realmente creo que sí me he aclimatado. Pero conozco muchos peruanos que sufren en la época de noviembre a enero, que es cuando menos luz hay (entre cinco y seis horas). El invierno es duro, con temperaturas que pueden llegar a menos 10 grados centígrados solo en Reikiavik, la capital islandesa. En el centro del país puede bajar mucho más”.
La peruana dijo que la actividad principal es la pesca, pero desde hace seis años el país se ha vuelto un atractivo turístico, debido a su geografía. “Se ha vuelto el país de moda”, destacó. Foelsche contó en marzo recibió la visita de dos amigas, que se sorprendieron porque en un mismo día gozaron de hasta cuatro tipos de clima. “Hoy en la mañana era soleado y al mediodía comenzó a llover”, relató la mujer.
Nuestra compatriota señaló, además, que la población islandesa, en su mayoría, está muy preocupada por tener una vida saludable, practicando algún deporte o yendo al gimnasio.
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