Según las cifras difundidas por el primer ministro, Binali Yildirim, el balance del golpe son 161 muertos, entre policías, soldados leales al Gobierno y civiles y 1.440 heridos.
La intentona de golpe de Estado que mantuvo en vilo Turquía durante toda la noche pasada, ha desembocado este sábado en una manifestación de fuerza del Gobierno islamista, que se ha apresurado a realizar purgas en la Judicatura, a la vez que recibía el respaldo de todos los partidos políticos.
Balance de cifras. Según las cifras difundidas por el primer ministro, Binali Yildirim, el balance del golpe son 161 muertos, entre policías, soldados leales al Gobierno y civiles y 1.440 heridos, a lo que se añadirían aproximadamente 20 muertos y 30 heridos entre los golpistas. Esta última cifra contrasta con la avanzada por las autoridades militares leales horas antes, que hablaban de 104 golpistas muertos. Más de 2.800 soldados fueron detenidos tras fracasar el golpe, y el Ministerio de Interior anunció la destitución de 5 generales y 29 coroneles.
Cosecuencias. Entre los militares detenidos se hallan los generales Adem Huduti, comandante del 2º Ejército de Turquía, que controla la lucha contra la guerrilla kurda en el sureste del país, y Erdal Öztürk, comandante del 3º Ejército, estacionado en Anatolia oriental. Pero además, el Gobierno inició una purga de la Judicatura, y la Junta Superior de Jueces y Fiscales ha destituido a 2.745 magistrados, al tiempo que el Ministerio de Justicia destituyera a 5 de los 22 miembros de ese mismo cuerpo.
Más detenidos. Al mismo tiempo, la policía detuvo a 10 jueces del 'Danistay', la máxima autoridad jurídica para contenciosos administrativos, y tiene a otros 38 en búsqueda y captura, mientras que hay orden de arresto contra 140 jueces del Tribunal Supremo (Yargitay), y se ha detenido a Alparslan Altan, juez del Tribunal Constitucional.
¿Fiesta democrática? A media tarde comenzó en el Parlamento una sesión especial en la que Binali Yildirim describió la jornada de ayer como "una fiesta de la democracia", resaltando que la población se había opuesto a los golpistas. Yildirim, líder del gobernante partido AKP, obtuvo el respaldo de los tres partidos de la oposición, que condenaron el golpe de forma unánime, aunque hicieran veladas críticas a la deriva autoritaria del Gobierno.
¿Un regalo de dios? En su primera intervención pública hoy, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha descrito el golpe como "un regalo de dios" que permite extender la purga de gülenistas al Ejército.
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