El ex mandatario de Brasil habló tras ser detenido e interrogado para que responda sobre sus vínculos con el caso Lava Jato.
Combativo y emocionado, el expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva (70 años) dio un potente discurso hasta las lágrimas ante sus militantes en Sao Paulo, a los que aseguró "no pienso rendirme". Su declaración se dio luego de ser liberado por la Policía Federal, que lo detuvo este viernes para que declare sobre su supuesta participación en el caso Lava Jato.
"Ha sido una falta de respeto a alguien que dedicó la vida a este país. "Si me quieren derrotar, me tendrán que enfrentar en las calles de este país. (...) Soy el mejor presidente que tuvo Brasil y el mejor del inicio del siglo XXI en el mundo entero", afirmó animado por los centenares de simpatizantes que abarrotaban el Sindicato de bancarios.
Arresto de un ex presidente
A su alrededor, líderes del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), como su presidente Rui Falcao, le arropaban en el escenario y vieron cómo le caían las lágrimas al repasar sus logros en la promoción social de negros y pobres. También se le empañaron los ojos al recordar cómo un joven del empobrecido noreste brasileño, hijo de agricultores analfabetos, y que creció sorteando al hambre, cruzó el primer día de 2003 las puertas del Palacio de Planalto convertido en presidente de la República.
Sin embargo, Lula amaneció este viernes con la policía golpeando la puerta de su domicilio en Sao Paulo, un allanamiento para investigar sus supuestos nexos con el multimillonario escándalo en la petrolera, y debió ir a declarar forzadamente. Los fiscales investigan si tanto él como su familia recibieron favores de grandes empresas constructoras.
Pese a mostrarse "indignado" por lo ocurrido, Lula también tuvo tiempo para la sátira en su discurso e hizo reír a los asistentes en varias ocasiones como al contar, con un castellano caricaturesco, su llamada al español Rodrigo Rato, por entonces el poderoso director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), para decirle que quería pagar la deuda de Brasil.
"Pueden tomar al procurador general, al doctor Moro [juez encargado de la instrucción de la operación contra el fraude en Petrobras], al delegado de la Policía Federal, y si son más honestos que yo, renuncio a la vida política de este país", dijo. (Andina)
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