Miles de rusos protestan contra el plan de Putin de renovación de las viviendas

Miles protestaron este domingo en Moscú contra un gran plan de urbanismo que prevé la expulsión y realojamiento de centenares de miles de habitantes de la capital rusa. El ambicioso plan de renovación de la vivienda, ordenado por el presidente Vladímir Putin, contempla el derribo de miles de edificios de cinco plantas de la época soviética.

"Contra la renovación, contra la deportación", "No a la demolición", "Mi casa es mi fortaleza" o "Defendamos la propiedad privada", fueron algunas de las pancartas desplegadas por los manifestantes en la céntrica avenida Académico Sájarov de la capital rusa.

El antecedente. Las viviendas son apodadas los "Jruschchevki" por haber sido construidos en la época en que Nikita Kruschov dirigía a la Unión Soviética (URSS), en los años 1950 y 1960. Estos edificios son emblemáticos de los suburbios de Moscú, pero también en numerosas ciudades rusas donde permitieron resolver la crisis en materia de viviendas que sufría el país.

El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, con el apoyo del Kremlin, quiere reemplazar estos edificios de pocos pisos por otros más altos que puedan alojar a muchas más familias. La autoridad local insistió que los nuevos edificios serán modernos con plazas de aparcamiento y escuelas. También que sus nuevos inquilinos no tendrán que pagar ni un solo rublo.

La marcha. La policía cifró a los manifestantes que acudieron a la convocatoria en unos 8.000, aunque el Ayuntamiento moscovita sólo había dado permiso para 5.000. Los periodistas calcularon 20.000 participantes, y los organizadores, hasta 30.000, pero la acción transcurrió de manera pacífica.

Putin, quien propuso el plan en febrero pasado, ha convocado a votaciones en los edificios afectados para decidir sobre las demoliciones. "Espero que todo sea corregido en línea con los deseos de la gente. No firmaré nada que viole las leyes y los derechos de los ciudadanos", dijo, consciente de que los dueños de esas casas son en su mayoría pensionistas, su electorado más fiel. (EFE)