El cantante presentó acciones legales contra la casa discográfica porque continuaban manejando la publicidad, los discos y los videos del artista a pesar de que finalizó el contrato.
El registro concluyó con el decomiso de 6.397 discos, "masters" de audio, portadillas de discos inéditos, un ordenador portátil y documentación, según la Procuraduría General de la República.
La acción fue resultado de una querella presentada por el representante legal del cantante, según la cual Sony continuaba manejando publicidad, imágenes, discos y vídeos del artista a pesar de haber finalizado la relación contractual entre ambas partes.
El entorno de Fernández tuvo conocimiento a través de los medios de comunicación de que la discográfica promocionaba un disco de canciones inéditas del artista, calificado como "el disco secreto ranchero de Alejandro Fernández", que llevaría el título "Diferente", y cuyo lanzamiento estaba previsto para el día 15 de este mes.
La operación corrió a cargo de la Unidad Especializada en la Investigación de Delitos contra los Derechos de Autor y la Propiedad Intelectual. No hubo ningún incidente durante el registro, en el que estuvo presente el representante legal del cantante, identificado por la prensa mexicana como Marco del Toro.
Los inmuebles registrados fueron las oficinas centrales de Sony en Ciudad de México y otro espacio en la zona metropolitana de la urbe.
"El Potrillo", como se le conoce también, finalizó el año pasado su relación contractual con Sony Music tras lanzar siete álbumes para ellos, como estaba estipulado en su acuerdo.
Fernández decidió entonces no seguir con la discográfica, al parecer debido a un posible reclamo de esta firma para manejar parte de los conciertos del artista y llevarse un porcentaje de los beneficios de los recitales. El ídolo se encuentra ahora ligado a Universal Music.
Fuentes de Sony dijeron que por el momento no hay una declaración pública de la compañía con respecto a la querella del cantante y sus efectos.
EFE
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