Clases de natación, peluquería y pedicura, "suites" de lujo, tratamientos de barro o aromaterapia y lo último en moda de verano marcan las tendencias en el lucrativo y excesivo mundo de las mascotas en Japón.
Clases de natación, peluquería y pedicura, "suites" de lujo, tratamientos de barro o aromaterapia y lo último en moda de verano marcan las tendencias en el lucrativo y excesivo mundo de las mascotas en Japón.
El país, con unos 126 millones de habitantes, tiene 21,5 millones de mascotas, una cifra superior a los 16,9 millones de japoneses de hasta 15 años, en un prolífico negocio que movió el año pasado unos 138.000 millones de yenes (1.738 millones de dólares), según datos de la Asociación japonesa de Productos para Mascotas.
El rey del negocio es el perro, que genera ventas cercanas a los 89.000 millones de yenes (1.200 millones de dólares), seguido del gato, que "araña" unos 24.000 millones de yenes (302 millones de dólares) del total del sector.
Las firmas de moda más importantes han puesto desde hace tiempo sus ojos en las posibilidades de este segmento, y gigantes del lujo y la sofisticación como Gucci o Dior lucen en sus escaparates correas, collares o bolsos adaptados a mascotas.
Ataviados con llamativos trajecitos, peinados a la moda, con coleta, transportados en carritos para bebés e incluso portando calcetines para no dañarse sus patas, los perros en Japón recorren las calles como si de una persona más se tratara.
EFE
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