Ayer tuvo lugar una significativa conferencia de prensa después de la primera sesión del Consejo de Ministros del quinquenio que se inicia. El premier Guido Bellido compareció acompañado por el ministro de Economía, Pedro Francke, y el de Salud Hernando Cevallos.
La diferencia era notoria entre la solvencia con la que se expresaron los ministros y los vacíos de las respuestas de Bellido. Francke y Cevallos conocen la realidad de sus respectivos sectores y se han ubicado claramente en la continuidad de las buenas políticas que se venían implementando. En contraste con ellos, Bellido es un hombre escogido por Vladimir Cerrón para disuadir a Pedro Castillo de toda tentación de independencia.
Su argumento principal es que es la primera vez que la izquierda llega al poder por la vía electoral y que sus detractores utilizan noticias falsas para desacreditar a Perú Libre y a su jefe fundador. El Defensor del Pueblo, por su parte, ha dirigido una carta al presidente Pedro Castillo en la que recuerda las exigencias definidas por la ley para proceder a nombramientos en la función pública: cumplimiento de requisitos técnicos, compromiso con los Derechos Humanos, trayectoria ajena a toda forma de complacencia con el terrorismo, la discriminación y la corrupción.
Por eso, el defensor solicita al presidente "que reevalúe las designaciones ministeriales efectuadas a partir de los principios constituciones y parámetros que rigen la función pública". Tarde o temprano, Castillo tendrá que optar entre las políticas que funcionan para mejorar el país y el sometimiento político a Perú Libre que solo le sirve para contar con el respaldo de Vladimir Cerrón y sus incondicionales.
Las cosas como son