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Si la consulta popular realizada el domingo en Ecuador hubiera sido solo sobre seguridad ciudadana, el presidente Daniel Noboa estaría celebrando una victoria rotunda. Pero de las once preguntas sometidas a la consulta, solo nueve se referían a la lucha contra la delincuencia y la criminalidad organizada.
En todas ellas, los electores contestaron Sí con una mayoría cercana a dos tercios. Y es así como se podrán hacer reformas a la constitución sobre el papel de las Fuerzas Armadas y la posibilidad de extraditar a ciudadanos ecuatorianos que sean solicitados por Cortes de otros países. La extradición, tal como la practica Colombia, había sido rechazada en tiempos del ex presidente Guillermo Lasso, pero manifiestamente la degradación de los últimos tiempos ha hecho cambiar a buena parte de los electores, que acepta la proclamación del estado de “conflicto armado interno”. Se precisa sin embargo que la extradición no podrá efectuarse a países donde se corra el riesgo de que aplique la pena de muerte o se practiquen sanciones degradantes.
Desde el 2020, el número anual de homicidios se ha multiplicado por cuatro. El año pasado se produjeron 7 886 homicidios en Ecuador, es decir 40 por cada cien mil habitantes, lo que equivale a siete veces más que en el Perú.
Si bien el consenso parece amplio en materia de seguridad ciudadana, los electores rechazaron dos preguntas referidas a temas sociales y económicos. Por amplia mayoría se rechazó recurrir a tribunales arbitrales para controversias sobre inversión, así como también la flexibilización del régimen laboral para contratar trabajadores por horas. Lo que quiere decir que Noboa cuenta con amplio respaldo para encabezar la lucha contra la delincuencia pero no para hacer reformas en otros campos.
El presidente tendrá que hilar fino para reforzar sus posibilidades de ser reelegido en las elecciones del próximo mes de febrero.
Las cosas como son
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