En un estado de incertidumbre jurídica, nos llegó la noticia de que Standard & Poor's ha rebajado nuestra calificación crediticia. La noticia es desde luego un balde de agua fría para los que esperábamos que se despejen los nubarrones de nuestra situación económica.

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El magistrado Carlos Ochoa informó anoche que el Tribunal Constitucional ha declarado infundada la demanda competencial presentada por la Fiscalía de la Nación contra la Junta Nacional de Justicia.

La suspendida fiscal de la Nación consideraba que la remoción de la fiscal Bersabeth Revilla era un simple acto administrativo que corresponde a sus funciones autónomas y que no es susceptible de ser sometido a la jurisdicción de ninguna otra autoridad. La fiscal Revilla era responsable de la investigación que concierne a la hermana de la Patricia Benavides y por eso la suspendida fiscal se había comprometido a no interferir.

Al mismo tiempo, Ochoa informó que el Tribunal ha concedido la demanda competencial presentada por el Congreso contra el Poder Judicial que admitió una medida cautelar que suspendía la inhabilitación de Aldo Vásquez e Inés Tello, dos miembros de la Junta. El TC restablece la inhabilitación hasta que la Corte Suprema se pronuncie sobre el fondo de la causa.

Desde ya, algunos juristas objetan que el TC haya interferido con un procedimiento judicial en curso, puesto que la Corte Superior que recibió la apelación estableció que en ningún caso se podrían suspender los efectos de la medida cautelar, es decir mantener a Vásquez y Tello en funciones. El resultado de la doble decisión del TC no permite saber si la Junta contará con el quorum necesario para continuar con la investigación y la eventual destitución de Patricia Benavides.

En ese estado de incertidumbre jurídica, nos llegó la noticia de que la Agencia de notación crediticia Standard & Poor's ha rebajado nuestra calificación crediticia a BBB-. La noticia es desde luego un balde de agua fría para los que esperábamos que se despejen los nubarrones de nuestra situación económica.

La Agencia norteamericana sostiene que “un congreso fragmentado y el limitado capital político del gobierno pesan sobre la confianza de los inversionistas”. Por su parte, la agencia de información financiera Bloomberg señala que la presidenta Dina Boluarte es uno de los líderes con más impopularidad a nivel mundial.