Campesinos lambayecanos viven agobiados por las deudas

Las deudas están agobiando a los miles de campesinos de los valles lambayecanos. Muchos ya han perdido sus chacras y otros están en plenos procesos judiciales de remate. Según el dirigente regional de Conveagro, Lázaro Tunga Chapoñán, se calcula en unos 50 millones de soles la deuda que tienen con las entidades bancarias.

El dirigente señaló que lamentablemente los hombres de campo cada día tienen menos oportunidades de ser agentes de crédito, y la creación de un real Banco Agrario es necesario, pues el que puso en marcha el Apra, fue un “chiste de mal gusto”.

Tunga remarcó que los más de 30 mil campesinos de la región pasaron su día (24 de junio) en pequeñas reuniones, que se está desarrollando en las respectivas Comisiones de Regantes de cada uno de los valles lambayecanos, por que no tienen muchos motivos como para celebrar a lo grande como en años pasados.

La falta de una institución estatal que sirva de apoyo crediticio a los campesinos, los empujó a buscar dinero en los bancos, hipotecando sus terrenos, y por algunos años les fue bien, pero el  fenómeno del Niño de los últimos 20 años los dejaron sin cosechas y sin capacidad para pagar los préstamos, y hoy, muchos ya están sin chacras y otros están a puntos de perderlas.

Su única esperanza

Frente a este panorama, el director regional de Agricultura, Ricardo Velezmoro Ruiz dijo que las buenas condiciones climáticas favorecerán no solo a la campaña de siembra de arroz, sino también de algodón y maíz.

“En un día de reflexión como este deberíamos entender que pese a las complicaciones del recurso hídrico, aún hay razones para celebrar” manifestó,  el titular regional de sector Ricardo Velezmoro Ruiz.

La autoridad remarcó que en el mes de octubre las condiciones climáticas serán favorables para la siembra de algodón, que permitirá que los productores vendan de 120 a 230 el quintal, mientras que para la siembra del maíz, con 6 mil 500 hectáreas, se esperan buenos resultados.

Las celebraciones escasearon, pues como dijeron muchos dirigentes, no había razones para celebrar, pero en algunos distritos como en Túcume, hubo una ceremonia sencilla donde los campesinos recibieron como regalo una palana para sus faenas diarias.

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