Trujillo se muestra vibrante al compás de la marinera, baile nacional que recibe el homenaje de propios y visitantes durante el corso que recorre 15 cuadras de la ciudad.
Las calles de Trujillo vibran al compás de la marinera. Agrupaciones, danzantes y reinas se mezclan con el calor popular y recorren avenidas y plazas para recibir el aplauso de quienes disfrutan de nuestro baile nacional y lo demuestran a través del corso de nuestra salerosa marinera.
El gran corso de la marinera es un anticipo de lo que será la final de un certamen que trasciende fronteras y reúne a gente de toda condición, abrazados bajo el sol de un verano que se luce en todo el norte del país.
El desfile, presidido en este 2013 por la reina Stephany Jones, arranca vítores, acompañada por la banda de músicos de la Municipalidad Provincial de Trujillo. Más atrás, una treintena de rítmicas delegaciones acompaña paso a paso la exposición pública por, al menos, 15 cuadras del centro de Trujillo.
A medida que se acerca a la Plaza de Armas, el encuentro adquiere toda su grandeza, aquella que convierte a la marinera en el baile más democrático de todos, uno que disfrutan chicos y grandes sin distinción.
Son academias, campeones y varias organizaciones que participan con su vehículo alegórico rindiendo homenaje a la marinera, una acción de respeto sentido y caluroso compartido por las miles de personas que acompañan el desfile con pañuelo en mano.
Según proyecciones del Club Libertad, organizador del evento, son más de 35 mil los turistas que visitan Trujillo durante la fiesta de la marinera. Entre ensayos, eliminatorias, semifinales y, claro, la gran final, se trata de 2 y hasta 3 semanas en las que solo se respira marinera.
Tal despliegue de cariño por lo nuestro, se ve premiado por la reacción de peruanos y extranjeros en diversas partes del mundo, participando activamente del proceso de internacionalización de la marinera.
En esta, la edición número 53 del certamen, destacaron en el colorido desfile las delegaciones de Estados Unidos, España y Japón. En el caso del país nipón, fue emocionante comprobar como ciudadanos que no pronunciaban ni una palabra en español, dejan de lado diferencias idiomáticas y se entregan al ritmo que, ahora, cautiva a todo el mundo.
Fueron más de mil 200 parejas las que participaron en el concurso. Muestra clara del éxito de un certamen que día a día se posiciona como sello indesligable del amor por lo nuestro.
Por: Julia Góngora
Lea más noticias de la región La Libertad
Comparte esta noticia