La reserva natural está en el distrito de Chongoyape, a 62 kilómetros al este de Chiclayo, dentro de la comunidad campesina Santa Catalina.
Es uno de los lugares donde se demuestra que lo común y lo particular si puede funcionar, cuando hay objetivos comunes, por ejemplo preservar el medio ambiente y hacer un uso sostenible y responsable de él en la región Lambayeque.
La reserva natural de Chaparrí es una demostración de conservación y protección de la flora y fauna, y un maravilloso refugio turístico para el visitante.
Desde 1999 las 34,402 hectáreas que forman la Reserva Natural Privada de Chaparrí, a cargo de la comunidad campesina Santa Catalina de Chongoyape, se han convertido en un referente importante del turismo ecológico.
Vale la pena viajar 75 kilómetros durante una hora y 40 minutos desde la Capital de la Amistad por una pista asfaltada, en medio de cañaverales y el olor dulce del jugo de caña cuando es procesado en las fábricas de azúcar pasando de Pomalca, Tumán, Pátapo.
Pasando Chongoyape y el reservorio de Tinajones y varios cerros entre ellos el famoso Mulato, por una trocha afirmada, llegaremos a esta maravilla natural, que te encantará y sin duda recomendarás a cuanto amigo tengas.
Los comuneros de Chaparrí te dan la bienvenida, entre algarrobos y faiques, luego llegas a un refugio más rústico y bien diseñado de la zona, cada detalle ha sido cuidado en la construcción, diseño e implementación de las habitaciones.
Luego de instalarte en tu cómoda cabaña al estilo Lambayeque, los guías de Chaparrí te cuentan como empezó esta iniciativa de conservación y es impresionante saber que quienes eran los cazadores y depredadores, y son las personas que aprendieron que por esas actividades había sequía en la zona y extinción de especies.
Esta zona es muy rica en fauna, al contar con una gran población de venados, zorros, sajinos, tayras, pumas y gatos monteses, que observarás en su hábitat natural.
Las lluvias hacen de la Reserva Natural de Chaparrí, en un rica, abundante y frondosa flora, la cual está conformada por algarrobos, palo santo, hualtacos, faiques, guayacanes, sapotes, caña brava, cactus gigantes, san pedro, entre otras especies.
Plantas medicinales como Mosquera (cicatrizante y antídoto para la mordedura de serpiente), Overo (su flor para problemas hepáticos y sus hojas para las úlceras, sin dejar de lado su semilla que es un excelente pegamento), Paipay (se usa para soldar huesos rotos) y la Miel de palo con la leche del Higuerón (como energizante).
Ingresar al corazón de la Reserva de Chaparrí y recorrer sus senderos y rutas te llenará de energía y te revitalizará y verás que no te arrepentirás de este encuentro con la naturaleza y lejos de la bulla citadina y de las preocupaciones del mundo moderno.
Por: Juan César Cabrejos
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