Columna | En víspera del Día de la Mujer: igualdad y memoria

Descubre el canal de podcast de Las cosas como son en RPP Player.

El Congreso sesionará este jueves con un tema único: la situación de la mujer en nuestro país. El Pleno tiene lugar un día antes de la Jornada Mundial de la Mujer, instituida por la Asamblea de la ONU para promover la conciencia de la injusticia que se comete contra más de la mitad de la humanidad. La injusticia tiene su raíz en los prejuicios que llevan al mantenimiento de la desigualdad en oportunidades para acceder a la educación, a la autonomía y a puestos de responsabilidad en las empresas y en la vida política.

Peor aún, la injusticia se expresa también en diferentes modalidades de acoso y violencia que se enraízan en la tradicional cultura patriarcal que  atribuye implícita o explícitamente a los varones más valor y más derechos que a las mujeres. La forma más extrema de la violencia es el feminicidio cuyas tasas siguen en aumento en nuestro país. Frente a esta realidad, los congresistas no pueden responder solo con palabras. Necesitamos consenso sobre políticas públicas que se traduzcan en leyes y sanciones. 

El primer ministro está obligado a  presentarse ante el Pleno para informar sobre los avances en el cumplimiento de la Ley de Igualdad de oportunidades. También el presidente del Tribunal Constitucional, Ernesto Blume, ha dado cuenta de varios casos que sientan jurisprudencia en respeto e igualdad de género. Entre ellos, un amparo concedido a una jueza cuyos derechos fueron violados al verse obligada a trabajar durante su hora de lactancia. Pero también el caso de una mujer que denunció haber sido violada en estado de inconciencia, pero cuya denuncia no fue admitida por la Fiscalía.

Conmemorar

Puesto que muchas políticas sectoriales se orientan a la conmemoración del bicentenario, debemos aprovechar la ocasión para rendir justicia a grandes mujeres de nuestra historia. La esposa del precursor Tupac Amaru, Micaela Bastidas, que pagó con su vida la rebelión contra los abusos del orden colonial. O María Parado de Bellido que fue fusilada en 1822 sin delatar a los patriotas de Huamanga. Y más cerca de nosotros, María Elena Moyano, dirigente popular de Villa El Salvador, contra la que se ensañó en 1992 el terrorismo maoísta de Sendero Luminoso.

Conmemorar quiere decir mantener en la memoria, en este caso los nombres y los actos de quienes, antes que nosotros, han hecho posible la vida independiente y democrática de nuestro país. La primera indicación de la memoria colectiva se  expresa en los nombres de las calles y las plazas, porque esos nombres ofrecen a los niños sus primeros contactos con la historia. Por eso es grave el número desproporcionadamente bajo de mujeres que son honradas en la toponimia de nuestras ciudades.

Casos alrededor del mundo

El tema de la memoria colectiva es universal. Desde hace años se discute en España qué hacer con la memoria del dictador Francisco Franco, que sigue enterrado en un monumento nacional de homenaje a las víctimas de la Guerra Civil. Más recientemente ha estallado una polémica en Estados Unidos, a propósito de la Biblioteca Barack Obama.

Ecologistas de Chicago se oponen a la construcción porque perjudicaría la vida de una especie de mariposas. Por su parte, políticos republicanos sostienen que el diseño no da garantías de independencia frente al legado del expresidente, que como todos sus predecesores desde Roosevelt se ha esforzado en dejar una institución de servicio público que perpetúe su memoria.

Más grave es la polémica en Filipinas, cuyo discutido presidente, Rodrigo Dutertre, pretende cambiar el nombre del país, para que no se cultive la memoria del rey Felipe II, en cuyo homenaje se denominó Filipinas al archipiélago en el que desembarcó en 1521 el navegante español Fernando Magallanes. ¡Cien millones de filipinos en espera de un nuevo gentilicio!

Las cosas como son