Menores son entenadas y vivían en la casa del padre del depravado que abusó de ellas desde hace cuatro años.
El sujeto, Fredy Rodolfo Quispe Puma, de 32 años de edad, fue sentenciado a cadena perpetua por el Juzgado Penal Colegiado de San Román (región Puno), tras hallársele culpable del delito de violación sexual en agravio de dos menores con quienes vivía en la misma casa.
Según la acusación de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Puno, las niñas son entenadas del padre de Quispe Puma, quien abusaba ellas desde el 2011 y las tenía amenazadas para que no le delataran; hasta que en 2013 una de ellas rompió el silencio.
El sujeto ya está internado en el establecimiento penitenciario de Juliaca (ex Capilla) y además deberá pagar 8 mil soles como reparación civil a favor de la madre de las menores.
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