La sobrepoblación, el hacinamiento y la falta de un detector de metales dificultan las labores de control para reprimir el ingreso ilegal de equipos de telefonía móvil.
Diez celulares, 4 baterías y 3 chips fueron hallados escondidos en varios compartimentos del pabellón de máxima seguridad del centro penitenciario de Puerto Pizarro, región Tumbes, por personal del Inpe, los cuales eran utilizados por los delincuentes para extorsionar a empresarios, comerciantes y políticos.
La requisa se desarrolló bajo el marco de los operativos de supervisión a los pabellones de hombres y mujeres que se realiza durante la semana previa y posterior a los días de visita, por disposición de la alta dirección.
Sin embargo, los objetos incautados habrían sido ingresados al penal por los propios familiares de los reos, burlando los controles establecidos en el penal para evitar el ingreso de equipos y accesorios de telefonía móvil, así como otros productos prohibidos.
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