Los comerciantes invadieron las calles Apurímac y Chanchamayo para ofrecer sus productos.
Con el fin de tener un año lleno de prosperidad, amor y salud, los cajamarquinos salieron en busca de los baños de florecimiento y las flores amarillas en los mercados de la ciudad.
Según los comerciantes, los productos más solicitados son las botellas de agua de azar en sus diferentes aromas y presentaciones, flores amarillas cuyo costo fluctúa entre los cinco y veinte soles el ramo. Además de aquellas que contienen ruda, trigo verde, rosa amarilla, hojas de romero y margaritas amarillas.
Los comerciantes se apropiaron de las veredas y de los jirones Apurimac y Chanchamayo, donde se instaló sorpresivamente una feria comercial.
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