´Me siento como una pelota de fútbol, con los políticos diciendo esto y aquello´, señaló la estadounidense a la revista Time. Agregó que sobre ella existe un odio no ´saludable´.
La estadounidense Lori Berenson denunció que la revocatoria de su libertad condicional y su reclusión en un centro penitenciario, sentenciada por la Sala Penal Nacional, se debe a cuestiones políticas.
"Me siento como una pelota de fútbol, con los políticos diciendo esto y aquello. Yo estaba en las noticias durante nueve semanas consecutivas, en la primera página tantas veces que me tengo que preguntar sobre el propósito detrás. Es un odio y no es saludable. No es saludable para mí o la gente detrás de él ", declaró Berenson a la revista Time.
La arrepentida terrorista dijo, además, que las celdas son muy pequeñas, "incluso para nosotros (ella y su hijo) dos no es lo suficientemente grande".
Luis Marill, viceministro de Justicia del Perú, explicó que la juez que otorgó la libertad condicional no había realizado el cómputo del tiempo en la cárcel para alcanzar ese beneficio (tres cuartas partes de la pena).
Además, la Sala Penal también tomó en cuenta que Berenson no señaló en su debido momento el cambio de domicilio en el que finalmente estaba cumpliendo la libertad condicional.
Nacida en Nueva York en 1969, su afiliación al MRTA ha sido siempre motivo de polémica en Perú, donde la mayoría no duda en calificarla de terrorista.
Hija de los profesores universitario Mark y Rhoda Berenson, la joven abandonó en 1989 sus estudios de Antropología en el Instituto Tecnológico de Massachusetts para viajar por Nicaragua, El Salvador y Panamá, donde presuntamente se contactó con el MRTA.
Tras llegar a Lima en 1994, el 30 de noviembre del año siguiente fue detenida a la salida del Congreso peruano, al que había ingresado con una credencial falsa de periodista en compañía de Nancy Gilvonio, la esposa del cabecilla del MRTA Néstor Cerpa.
Berenson se casó en la cárcel de la localidad de Huacariz, en el departamento norteño de Cajamarca, en octubre de 2003 con el abogado peruano Aníbal Apari, que también purgaba una condena a 13 años de prisión por haber pertenecido a la misma agrupación subversiva.
En mayo del 2009 tuvo un hijo varón con Apari, de nombre Salvador, y lo crió en el penal de mujeres del distrito limeño de Chorrillos, adonde fue trasladada poco antes de dar a luz.
El 17 enero del 2006 las autoridades peruanas le perdonaron una deuda de 30.000 dólares que debía pagar como reparación civil, en cumplimiento del fallo de la CorteIDH.
Estas resoluciones favorables fueron producto de la activa defensa y los alegatos de Mark y Rhoda Berenson, quienes siempre han señalado que su hija no perteneció al MRTA y han promovido varias campañas por su liberación.
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