El presidente nicaraguense solicitó también a su homólogo peruano que permita al líder indígena continuar su ´justa lucha´.
En un acto oficial difundido por la radio y televisión afín al Gobierno, Ortega realizó una despedida a Pizango, que desde hace once meses se halla asilado en Nicaragua, pero que confirmó que mañana regresa a su país.
El mandatario sandinista calificó de "valiente" la decisión de Pizango de regresar al Perú, al saber que "le puede pasar cualquier cosa mala, ya que las señales ahora no son nada bueno".
Ortega pidió a Alan García que también permita a Pizango continuar su "justa lucha, que merece el respeto de todos" los nicaragüenses y de los peruanos, "ya que defender y luchar por la Madre Tierra no es ningún crimen".
"Adelante Alberto y Dios quiera que no te metan en la cárcel, que te respeten y que te dejen luchar", insistió Ortega, quien se hallaba acompañado de su esposa, Rosario Murillo, y del cardenal Miguel Obando y Bravo, que celebra los 25 años de haber sido elevado a esa jerarquía por el Santo Padre.
También se hallaba presente la vicepresidenta de la Asociación Interétnica de la Selva Peruana (Aidesep), Daysi Zapata, organización que también preside Pizango.
El líder indígena peruano amazónico al dirigirse a los nicaragüenses les dijo "que les sobra solidaridad" por la forma en que lo trataron y le dio a Ortega su agradecimiento por otorgarle el asilo.
Pizango se encuentra asilado en Nicaragua desde junio del año pasado, luego de haber sido acusado por las autoridades peruanas por los delitos de sedición, rebeldía y ataque a las Fuerzas Armadas.
También es acusado de instigar enfrentamientos ocurridos el año pasado en Perú que dejaron un saldo de 24 policías y nueve indígenas muertos, según cifras de las autoridades peruanas.
EFE
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