No creo que en nombre de los derechos humanos nadie puede negar a policías utilizar armas de fuego, sostuvo.
El vicepresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Diego García Sayán, aclaró que la preservación de los derechos fundamentales de las personas no significa permitir que la policía actúe desguarnecida.
"Decir preservar los derechos humanos no quiere decir bajo ninguna circunstancia que la policía tiene que actuar desguarnecida", precisó en Ampliación de Noticias al comentar la muerte de dos efectivos policiales desarmados en el desalojo del Santuario de Bosque de Pomac en la semana.
García Sayán lamentó que en el Perú, al igual que en otros países, se polarice la defensa de los derechos humanos "con argumentos ideologizados y políticos y no con análisis cuidadoso de los hechos". Ello en referencia a quienes critican que los organismos por no proteger con la misma intensidad los derechos de las fuerzas del orden que la de otros grupos.
Según indicó, nadie en nombre de los derechos humanos podría aceptar o silencia la atrocidad de la muerte de los efectivos policiales. En tal sentido, manifestó que lo sucedido en Lambayeque requiere no solo la investigación de los autores, sino las responsabilidades institucionales "por enviar a policías a una operación descuidadamente organizada" que ponía en riesgo la vida de los agentes.
"No creo que en nombre de los derechos humanos nadie pueda negar el derecho de las fuerzas policiales frente a una situación de violencia y que ponga en peligro la integridad o la vida de los efectivos policiales, nadie puede negar que puedan utilizar armas de fuego. Simplemente éstas hay que usarlas dentro de estándares de proporcionalidad en función del contexto en que estas operaciones policiales se realizan", detalló.
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