Los actos de terrorismo islámico son "caldo de cultivo para el discurso de la extrema derecha", que en toda Europa está ganando adeptos y teniendo un papel cada vez más importante en la vida política.
El ataque contra un mercado navideño en Berlín que este lunes dejó 12 personas muertas y 48 heridos, que ha sido reivindicado por el grupo terrorista Estado Islámico y del que un ciudadano tunecino es el principal sospechoso, ha vuelto ha generar el rechazo de los movimientos europeos de ultraderecha a las políticas de asilo de refugiados y "alimenta los ánimos de la gente a votar por estos partidos", explica el analista internacional Oscar Vidarte.
"Este atentado puede afectar toda la política que Alemania ha implementado respecto a los refugiados provenientes de países islámicos. Esto debido a que un acto de esta naturaleza es caldo de cultivo para el discurso de la extrema derecha, que en países como Alemania y Francia está teniendo un papel cada vez más importante en la vida politica", explica el internacionalista, que recuerda que Alemania afronta un proceso electoral en 2017, por lo que los atentados terroristas "aumentan más las probabilidades de la extrema derecha de ganar mayor espacio en la política alemana".
Nacionalismo y proteccionismo populista. El analista hace mención de la actual corriente mundial que intenta retomar ideas de corte nacionalista y proteccionista, la cual por ejemplo, llevó al magnate Donald Trump, con un discurso sumamente agresivo, confrontacional y populista además de unilateral y de no consenso, a ganar las elecciones en Estados Unidos. El fenómeno se ha visto también en Austria, donde un partido ultraderechista estuvo a punto de ganar las elecciones y en muchos países de Europa donde la extrema derecha ya gobierna, como en Hungría y Polonia. Mientras que en Francia, la ultraderechista Marine Le Pen es una de las favoritas de cara a las elecciones de abril. Y en Italia hay líderes de derecha radical como Beppe Grillo y Matteo Salvini que podrían llegar al poder.
"En un mundo donde las amenazas son globales, pensar en volver a cerrarse, en aislarse y aplicar políticas unilaterales, simplemente no tiene sentido ni efecto positivo. Eso es realmente preocupante. Estos sectores de extrema derecha, que ahora son anti islámicos pero mañana pueden ser antisemitas o anti todo lo que no sea europeo, crean sociedades fracturadas y que además se vinculan mucho a la utilización de medios violentos. Es preocupante teniendo en cuenta el pasado de Europa y lo que ha logrado en materia de libertades y derechos, esto significaría un retroceso", dice Vidarte.
Los refugiados no son amenaza. Para el internacionalista, la hipótesis de quienes se oponen a la llegada de refugiados diciendo que representan una potencial amenaza, es muy radical. "No hay que exagerar. El hecho de que una persona, de más de un millón de refugiados, haya participado en un atentado, no es una cifra con la que se pueda llegar a afirmar que la política de asilo representa un riesgo de atentados a futuro. Para afirmar eso tendría que haber muchos casos más y esto es una excepción".
Por úlitmo, Vidarte recuerda que la mayor parte de atentados ocurridos en Estados Unidos han sido ejecutados por ciudadanos americanos, "algunos de ellos con raíces en países islámicos, pero básicamente americanos". Mientras que los atentados a una iglesia en en París fueron ejecutados por ciudadanos franceses. "La verdad es que no se puede decir que la población de refugiados constituye una amenaza para la seguridad de Europa. Decir esto es muy radical", concluye contundementene el analista.
Comparte esta noticia