El FBI había iniciado una investigación sobre los lazos entre Rusia y la campaña electoral republicana.
La relación entre el presidente de EEUU, Donald Trump, con el exdirector del FBI, James Comey, estuvo llena de altibajos. Durante la campaña, el mandatario le criticó y le halagó. Luego compartieron un efusivo abrazo cuando llegó el poder. Cuatro meses después, le despidió abruptamente.
Comey se encontraba este martes en un acto privado con agentes del FBI en Los Ángeles (California) cuando los canales de televisión de la sala informaron que había sido despedido. El exjefe del FBI pensó que era una broma y soltó una risa. Sus asesores confirmaron que la Casa Blanca había informado a los medios antes que a él.
Según The Wall Street Journal, Trump estaba frustrado por el creciente perfil público de Comey. Además no le gustaba que Comey no frenara las preguntas del Senado sobre la investigación del FBI de los lazos entre Rusia y su campaña. De acuerdo a una portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, despedirlo era algo que a Trump le rondaba por la cabeza "desde el día en que fue elegido".
Odio al amor. Durante la larga campaña electoral, Trump pasó del odio al amor -y de nuevo al odio- en sus frecuentes referencias públicas a Comey. El jefe del FBI fue el centro de la atención al anunciar la investigación a Hillary Clinton sobre el uso de un servidor privado de correo electrónico cuando era secretaria de Estado (2009-2013).
En julio, Comey anunció que cerraba esa pesquisa sin presentar cargos contra la candidata demócrata, algo que enfureció a Trump. "La de hoy es la mejor prueba de que nuestro sistema está completamente amañado", lamentó entonces el aspirante republicano.
Su opinión de Comey cambió radicalmente once días antes de las elecciones, cuando el director del FBI reveló que había reabierto la investigación sobre Clinton. "Hace falta tener agallas para hacer lo que hizo el director Comey. Yo no era su fan, pero les diré una cosa: lo que ha hecho, le ha devuelto su reputación", dijo Trump en un mitin.
Golpe final. La relación entre Trump y el exfuncionario se deterioró después de que este último revelara que estaba indagando los lazos entre Rusia y la campaña electoral republicana. En una entrevista en abril, Trump aseguró que tenía "confianza" en Comey.
Sin embargo fue tajante ante la pregunta de si era demasiado tarde para despedirle. "No, no es demasiado tarde. Veremos qué ocurre. No olviden que Jim Comey salvó a Hillary Clinton, le salvó la vida", afirmó Trump.
Su paciencia terminó este martes. Hace unos días, Comey alertó en una audiencia ante el Senado que el Gobierno ruso aún trata de influir en la política de Estados Unidos. Comey tenía que asistir en dos días a testificar de nuevo ante el Congreso. (EFE)
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