Son pedidos por sus países por actos de corrupción, pero Washington simplemente no ha contestado las solicitudes de extradición.
Alejandro Toledo (Perú), Gonzalo Sánchez de Lozada (Bolivia), Jamil Mahuad (Ecuador) y Ricardo Martinelli (Panamá). Los cuatros expresidentes latinoamericanos han encontrado en Estados Unidos un refugio para evitar la justicia de sus respetivos países. Pese a las ordenes de extradición, viven en libertad.
El Poder Judicial estadounidense no ha rechazado las peticiones de extradición, simplemente no las ha contestado. RPP Noticias te explica cuál es la situación judicial de estos cuatro políticos.
1. Gonzalo Sánchez Lozada. Alcanzó dos veces la presidencia de Bolivia. Fue juzgado en ausencia y condenado en su país por el delito de genocidio. ¿La causa? La muerte de casi un centenar de personas en el curso de la represión militar contra una serie de protestas callejeras, durante su malogrado segundo mandato presidencial entre 2002 y 2003.
‘Goñi’ está acusado y perseguido también en Bolivia por la firma de contratos presuntamente ilegales con multinacionales petroleras en el ejercicio de sus funciones presidenciales. Dimitió en medio de una turbulencia social. Su sucesor fue Evo Morales.
2. Jamil Mahuad. Presidente de Ecuador de 1998 a 2000. Vio su mandato presidencial interrumpido por un golpe de Estado en medio de un descalabro económico del país sin precedentes.
Pocos meses después de su derrocamiento, cuando ya se encontraba en Estados Unidos, la Corte Suprema de Justicia de Ecuador ordenó su detención, acusado de perjuicio al Estado por haber ordenado como presidente de la República la incautación de todos los depósitos bancarios. Fue juzgado y condenado en su ausencia a una pena a 12 años de cárcel. Vive en Estados Unidos y la justicia de ese país no encontró razones para extraditarlo.
3. Ricardo Martinelli. Presidió Panamá de 2009 a 2014. Su quinquenio constituyó uno de los períodos de la historia reciente de ese país tanto de mayor auge económico como de más escandalosa e inescrupulosa corrupción. Él, sus familiares más directos, colaboradores y socios más cercanos fueron señalados como responsables.
La Justicia de Panamá lo ha acusado por ahora directamente en un caso de escuchas telefónicas ilegales por el que el Gobierno ha solicitado sin éxito alguno su detención a la Interpol y su extradición a EE.UU., donde el exgobernante vive y dirige sus multimillonarios negocios desde 2015. Martinelli ha sido citado también en varias oportunidades por nexos con Odebrecht.
4. Alejandro Toledo. Fue presidente del Perú entre 2001 y 2006. El Poder Judicial ordenó su prisión preventiva luego de que Jorge Barata lo acusó de recibir US$ 20 millones de Odebrecht para favorecerlos con la concesión de la Carretera Interoceánica.
Toledo ha proclamado su condición de "perseguido político" y ha justificado su presencia en Estados Unidos por unas supuestas obligaciones académicas en la universidad de Stanford, a la que, en realidad, paga él como "investigador visitante" para escribir un libro.
Los casos de Martinelli y Toledo resultan más llamativos porque son sospechosos en el caso Odebrecht, en el que Estados Unidos ha obtenido una detallada confesión de la constructora brasilera. Los sobornos y la red de corrupción que montó en Latinoamérica le costaron a la empresa una multa de más de US$ 1,000 millones. (Con información de EFE)
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