“La seguridad no depende solo de la fuerza militar sino también de la diplomacia fuerte”, sostuvo el expresidente de EE.UU.
El expresidente de EE.UU. Barack Obama advirtió que "no podemos resolver todos los problemas con tanques y aviones de guerra", en alusión al conflicto planteado con Corea del Norte, durante un foro en Sao Paulo.
"No podemos resolver todos los problemas con tanques y aviones de guerra. Tengo orgullo del poder militar de Estados Unidos y eso es una ventaja. Corea del Norte es un peligro y necesitamos alianzas fuertes para enfrentarla. Pero la seguridad no depende solo de la fuerza militar sino también de la diplomacia fuerte", dijo Obama, en una velada crítica a la política de su sucesor, Donald Trump.
El expresidente recordó que cuando asumió su mandato el riesgo venía de Irán y formalizó un acuerdo nuclear que impidió que ese país se convirtiera en una amenaza como hoy lo es Corea del Norte.
"Uno de mis orgullos es el acuerdo nuclear con Irán. Negociamos con Irán, un país con grandes diferencias con EE.UU. y que exportó problemas a otros países; un gobierno que era adversario. Y pese a ello creí que era necesario resolver un problema específico y garantizar que no desarrollaran armas nucleares", dijo.
"Eso demoró y tuvimos éxito. La consecuencia es que Irán no va por el mismo camino de Corea del Norte. Tenemos grandes tensiones pero el problema fue resuelto sin ningún disparo. Y eso demuestra que se pueden tener resultados con una diplomacia fuerte", agregó.
En el foro, Obama admitió que una de las asignaturas pendientes de su mandato fue no haber logrado reducir las diferencias políticas en la sociedad estadounidense.
"Mi mayor autocrítica es no haber sido capaz de disminuir las diferencias que ya entonces estaban surgiendo en nuestra política. Parece que no contribuí mucho para eso. Intenté ser una persona calmada pero creo que, cuando entregué el cargo, vi frustrada la esperanza que llegué a tener de juntar a las personas por encima de las diferencias", afirmó Obama en el Foro Ciudadano Global.
A su juicio, la crisis económica agravó las diferencias porque "aunque respondimos con éxito y no enfrentamos una recesión tan profunda, la recuperación fue lenta y dejó a muchos frustrados, y la rabia en la política parece que aumentó". (EFE)
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