Samir Estefan, gerente de Educación Regional para Latinoamérica de Lenovo, cree que aún llevamos un sistema educativo propio del siglo XVIII.
La educación sigue siendo uno de los mayores problemas del Perú. Nuestro país es el que menos porcentaje de su producto bruto interno invierte en este campo en la región. ¿La juventud del Perú estará preparada para los trabajos del mañana ante este panorama? Samir Estefan, gerente de Educación Regional para Latinoamérica de Lenovo dio su perspectiva a RPP.
¿Qué tan grande es la brecha entre la tecnología y la educación en el Perú comparado con la región?
La perspectiva es similar. La región tiene un comportamiento similar, incluido hasta el mismo Brasil. Tenemos una barrera fuerte. Esto viene de las cuatro revoluciones industriales, y en este momento buscamos alinearnos a la tercera: la revolución digital a través del acceso a Internet. El salón está actualmente desconectado y la diferencia es muy grande. El principal reto es la apropiación dentro del salón de clases sin depender de Internet.
¿Cómo innovamos cuando los docentes no se sienten apreciados y no son bien remunerados en muchos casos?
El problema del docente es muy claro y esto es muy marcado en Latinoamérica. El docente no es muy apreciado como en otras realidades donde ser profesor es de las carreras ideales para cualquier persona. En Latinoamérica es un cargo no tan apreciado y con salarios no tan altos. La carga administrativa del día a día es muy alta y la innovación no es tan sencilla de lograrse. Uno de los principales miedos del docente no es la tecnología, sino el cambio.
¿Fueron efectivos los programas como Huscarán o OLPC (Una laptop por niño)?
Uno de los retos que he visto es el modelo uno a uno en el que se la un dispositivo por estudiante. Más importante que la llegada es el ecosistema que gira en torno a la máquina, tanto en el estudiante como el docente.
Hace poco te reuniste con representantes de universidades peruanas. ¿Están formando a profesionales que tendrán éxito en la cuarta ola?
Tenemos bases y son importantísimas, pero cuando las enfrentamos con el trabajo sabemos lo que tenemos que hacer. Ahora tenemos tanta información en la nube que tenemos que ver cómo la vamos a analizar y qué riqueza me puede dar esa información. La información tiene mucho más valor que el oro y el petróleo. (…) Más allá de aprender a prender un servidor o qué es una memoria RAM, se debería instruir cómo puedo sacarle provecho a la información.
¿La educación que recibimos está desajustada a la realidad que vivimos?
Estamos buscando alinear la educación con la revolución digital. La educación que conocemos ahora es de la primera revolución, de 1780. Hace dos siglos estamos con este tipo de metodologías. Lo importante es romper barreras, el salón de clases sigue siendo muy tradicional. Tenemos que trabajar diferentes metodologías. El tema magistral, donde solo se escucha al profesor es prominente en Latinoamérica. Ahora se enseña por proyectos, en el cual un estudiante resuelve un caso específico aprendiendo. (…) En Estados Unidos y Europa se está implementando el trabajo en base a proyectos. El salón de clases es para trabajarlo, donde el docente se vuelve un asesor. Esta será la realidad que un estudiante enfrentará al entrar al mercado laboral.
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