Según la ESA, pequeños trozos de roca entran a nuestra atmósfera todos los días, pero es raro que uno arda tan alegremente y sea visto por tanta gente.
(Agencia N+1/ Beatriz de Vera). Esta impresionante fotografía no es un montaje, o un fotograma muy realista de una película apocalítptica. La imagen fue tomada por Ollie Taylor, un fotógrafo británico que el 14 de noviembre se encontraba en los Dolomitas (Italia).
La escena muestra el paisaje del pueblo de La Villa, Alta Badia, con la Osa mayor vista en el cielo de fondo y, sí, un claro meteorito del tamaño de un balón de fútbol que entró en la atmósfera terrestre a unos 50 kilómetros al noreste de Darmstadt, Alemania.
Muy luminoso
Mientras el fotógrafo preparaba una sesión nocturna de paisaje en Passo Falzarego, a 2.200 metros de altitud, a una temperatura de -6ºC con cielos claros, el objeto se le puso por delante, creando una bola de fuego brillante, que fue vista por miles de personas en los países europeos de Alemania, Francia, Suiza, Austria y Luxemburgo.
Aunque cada día entran en nuestra atmósfera pequeños trozos de roca, es raro que uno arda tan alegremente y sea visto por tanta gente, según un comunicado de la Agencia Espacial Europea (ESA). "Debido a su alta velocidad, que se estima en unos 70.000 km/h, el meteorito supercalienta las moléculas de aire en su camino a medida que desacelera, creando una bola de fuego muy luminosa", agrega Rudiger Jehn, del programa Space Situational Awareness de la ESA.
De causalidad
En las primeras horas, la Organización Internacional de Meteoros recibió más de 1.150 avistamientos en su sitio web. Se reportaron otras cuatro bolas de fuego en Francia y EE.UU. del 14 al 15 de noviembre, y la bola de fuego sobre Luxemburgo podría vincularse con la Lluvia de Meteoros Taurida, según la organización. El objeto finalmente ardió a una altitud de unos 50 kilómetros por encima de Luxemburgo.
"Estaba componiendo una toma de esta escena y Osa Major, vista por encima del meteoro. Quería hacerlo en el crepúsculo para que el cielo tuviera un bonito tono rosado. Decidí que no me estaba acercando lo suficiente, y estaba buscando mi otra cámara con una lente más larga; afortunadamente dejé esta cámara expuesta. Fue un golpe de suerte, ya que me ha dado no solo el meteoro, sino también un gran fondo de paisaje", cuenta Ollie Taylor.
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