El jefe de la institución Lorenzo Orrego informó que ambos vehículos superaron los 45 kilómetros por hora permitidos en la zona del accidente que dejó 51 muertos.
El bus de la empresa San Martín de Porres y el tráiler con el que chocó antes de desbarrancarse en el serpentín Pasamayo, iban a una velocidad mayor de la permitida en el momento en que se produjo el accidente del martes que dejó 51 muertos y 6 heridos. Así lo afirmó el jefe de la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran), Lorenzo Orrego.
En conferencia de prensa informó que ambos vehículos superaron el límite de velocidad en un área donde está restringida a un máximo de 45 kilómetros por hora (Km/h). Indicó que según el reporte del GPS monitoreado por Sutran el bus de pasajeros iba a 57 Km/h, mientras que el vehículo de carga, según reporte de la Policía, iba a 52 Km/h en el momento de ingresar a la zona y a 62 km/h momentos antes del accidente.
Orrego precisó que la máxima velocidad permitida en el serpentín es 60 km/h y que los letreros que piden reducir a 45 km/h están al inició de la zona de curvas, a un kilómetro y medio aproximadamente del lugar donde se produjo el accidente.
Antecedentes de los vehículos
El funcionario indicó que el récord histórico de las 26 unidades de la empresa San Martín de Porras revisado por Sutran "en general no registran exceso de velocidad determinantes en la zona". "Lamentablemente a veces un solo chofer puede marcar la diferencia", comentó.
También confirmó que el tráiler ni su remolque tenían sus registros de inspección técnica al día, y que la unidad evadió los puntos de control de Sutran para entrar a Pasamayo.
Reestructuración de Sutran
Orrego también anunció que trabaja en la reestructuración de la institución. "Estamos trabajando en normas, por ejemplo, que permitan la fiscalización en todos los buses y camiones, y además que corrijan las malas conductas o hábitos que tienen algunos conductores en las carreteras", dijo.
Orrego detalló que si bien su gestión comenzó hace apenas tres meses, considera que es necesario hacer cambios profundos en la institución para evitar casos tan terribles como el recientemente ocurrido en Pasamayo.
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