Francisco se reunió con niños y jóvenes en el Hogar ‘El Principito’ de Puerto Maldonado. Les pidió no renunciar “al legado de sus abuelo, ni a su vida ni a sus sueños”.
El papa Francisco se reunió este jueves con los niños y los jóvenes del Hogar El Principito de Puerto Maldonado. Recordó que los niños son el “tesoros más preciado” y pidió a los jóvenes de pueblo originarios que preserven su cultura tradicional y que estudien, porque el mundo los necesita “tal y como son”.
Francisco agradeció el recibimiento de los niños, de quienes dijo que son el reflejo del Niño Jesús y el “tesoro más preciado que debemos cuidar”. “Perdonen si a veces lo mayores no lo hacemos o que no le demos la importancia que se merecen”. Pese a la tristeza que puedan sentir algunos de ellos por no tener a sus padres, el Papa aseguró que sus vidas y sus palabras son una “luz de esperanza”.
“Me alegra ver que tiene un hogar donde son acogidos, donde con cariño y amistad los ayudan a descubrir que Dios les tiene las manos y les pone sueños en el corazón”, dijo el Papa a los niños. Luego se dirigió a los jóvenes que crecieron en el hogar y que “hoy han podido formar su propio camino”. “Para estos niños y niñas, son el mejor ejemplo a seguir, la esperanza de que ellos también podrán”, agregó y citó a El Principito para pedirles que sean “las estrellitas que iluminan la noche”.
Mensaje a los jóvenes
El Papa también en dirigió en específico a los jóvenes procedentes de comunidades nativas y que “con tristeza ven la destrucción de los bosques”. “Sus abuelos les enseñaron a descubrirlos [a los bosques], en ellos encontraban sus alimentos y la medicina que los sanaba. Hoy son devastados por el vértigo de un progreso mal entendido. Los ríos que acogieron sus juegos y les regalaron comida hoy están enlodados, contaminados, muertos”.
Frente a este panorama, el Papa pidió a los jóvenes que “no se conformen con lo que está pasando” y que “no renuncien al legado de sus abuelos, no renuncien a su vida ni a sus sueños”. “Me gustaría estimularlos a que estudien; prepárense, aprovechen la oportunidad que tiene para formarse. El mundo los necesita, jóvenes de los pueblos originarios, y los necesita tal y como son”.
“No se conformen con ser el vagón de cola de la sociedad, enganchados y dejándose llevar. Los necesitamos como motor, empujando. Escuchen a sus abuelos, valoren sus tradiciones, no frenen su curiosidad. Busques sus raíces y, a la vez, abran los ojos a lo novedoso y hagan su propia síntesis”, pidió Jorge Bergoglio. Agregó que los jóvenes de pueblos originarios pueden ayudar a corregir el rumbo de nuestras sociedades “enseñándonos un estilo de vida que se base en el cuidado y no en la destrucción de todo aquellos que se oponga a nuestro avaricia”.
Antes de despedirse agradeció al padre Xaver Arbex, responsable del Hogar El Principito, a sus colaboradores y a sus benefactores por su “labor fabulosa”. También felicitó a “quienes fortalecen a estos jóvenes en sus identidades amazónicas y los ayudan a forjar un futuro mejor para sus comunidades y para todo el planeta”.
Comparte esta noticia