El distrito, uno de los más habitados en Lima Metropolitana, produce cerca de 350 toneladas de residuos sólidos al día.
Nido de moscas, olor putrefacto y focos infecciosos. Desde hace 45 días, en el distrito de Villa María del Triunfo no se recoge la basura. La situación ha llegado al punto en donde los mismos vecinos han tomado la medida de proceder a quemarla. César Infanzón, alcalde interino, indicó el pasado 16 de enero que en dos días se recogerían todos los residuos.
Como parte de su campaña #TodosConVillaMaría, Capital llegó hasta la zona en donde verificó que la basura seguía acumulada. Pancho Cavero estuvo en la zona del terminal pesquero de Villa María del Triunfo y encontró un nido de moscas, producto de la acumulación de residuos sólidos. “Recomiendo que los vecinos usen mascarillas. El olor es terrible”.
“A pesar de que el distrito ha sido declarado en emergencia sanitaria, las autoridades no hacen nada al respecto. La basura sigue acumulada y con el calor de la estación, se pondrá peor”, dijo un vecino de la zona entrevistado por Cavero.
Medidas al respecto
El ministro de Salud, Abel Salinas, se pronunció al respecto y dijo que la institución ya está tomando cartas en el asunto. “Apenas nos enteramos de esto, nos reunimos con el Ministerio del Ambiente y con la municipalidad. Se declaró en alerta a todo el distrito y brindamos toda la ayuda posible como tener la logística de cargadores frontales y en dónde depositar los residuos. Pero al día siguiente de ello, no teníamos en donde eliminar la basura”, señaló.
Además, hizo un llamado a los vecinos para que eviten quemar los residuos y evitó culpar al alcalde interino. “Quemarlo son prácticas no recomendadas. Tenemos que depositarla en lugares indicados. No voy a culpar al alcalde porque el viene de una gestión en la que los proveedores deben tener problemas de pago y no lo hará de un día para otro”, dijo.
Salinas recomendó a Infanzón que priorice los puntos en donde hay mayor acumulación de basura y trabajará en crear campañas de conciencia de salud. “El terminal pesquero es un foco infeccioso y es uno de los puntos más importantes a trabajar. (…) por nuestro lado generaremos alertas sanitarias como el lavado constante de manos”.
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