Según los datos extraídos por los investigadores del análisis de las "cajas negras", las sondas medidoras de velocidad mostraron datos erróneos a los pilotos.
El accidente del avión AN-148 ruso, que se estrelló el domingo cerca de Moscú y que dejó 71 muertos, se debió "aparentemente" a la formación de hielo en las sondas medidoras de velocidad, indicaron este martes los investigadores.
El Comité Interestatal de Aviación (MAK, por siglas en ruso) informó que en el salpicadero de la cabina de pilotos se mostraron datos erróneos sobre la velocidad que llevaba el avión Antónov.
Sensores congelados
"El análisis preliminar de la información registrada, y el examen de casos análogos ocurridos en el pasado permiten suponer que el factor que causó la situación extraordinaria durante el vuelo fueron los datos erróneos sobre la velocidad que aparecieron en las pantallas de los pilotos", señaló en un comunicado.
Los datos erróneos se deberían a la congelación de los sensores de velocidad, según los datos extraídos por los investigadores del análisis de las "cajas negras" recuperadas en el lugar del siniestro.
Según el MAK, el estudio del registrador de los parámetros de vuelo o "caja negra" mostró que los sistemas de calefacción de los tres medidores de presión total se hallaban desconectados. Estos medidores informan a los pilotos de la velocidad del avión.
Cambios de velocidad
El avión de línea, un birreactor Antonov An-148 de la compañía Saratov Airlines puesto en servicio en 2010, se estrelló cerca de Moscú el domingo poco después de haber despegado del aeropuerto de Domodedovo. Transportaba a 65 pasajeros y seis miembros de la tripulación. Todos murieron en el accidente.
Los datos del registrador señalan que 2 minutos y 30 segundos después del despegue comenzaron a producirse divergencias entre los indicadores de velocidad del piloto y el copiloto.
"Antes de la colisión contra el suelo el indicador del tablero del piloto comenzó a mostrar un brusco aumento de la velocidad, que en el momento choque era de aproximadamente 800 kilómetros por hora, mientras que el del copiloto era igual a cero", señaló el MAK.
Grabaciones de voz
Los expertos tendrán ahora que estudiar las grabaciones del registrador de voces para verificar las acciones de los pilotos y sus reacciones a la alarma de amenaza de colisión.
Además, se efectuará un análisis exhaustivo del sistema de calefacción de los medidores de presión de este modelo de avión para establecer qué tipos de fallos podrían presentar. (Con información de Efe y Afp)
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