"The Walking Dead": nuestra reseña con spoilers del episodio 11

La supremacía de Alexandria ya no es la misma para Negan. El negocio de armas es ahora lo importante en el capítulo 11 de la temporada 8 de The Walking Dead.

Daryl y Rosita caminan hacia Hilltop junto al grupo de su comunidad. La desesperación está presente en los personajes porque siguen su rumbo junto a Dwight, pues aún no saben si es de confianza, a pesar que Tara y Rosita vieron cómo mató a algunos de los saviors.

Por su parte, el doctor Carson sigue varado junto a Gabriel en su auto. El moreno mantiene la fe, a pesar de tener un daño permanente en su visión. Sus otros sentidos se comienzan a agudizar y es así cómo percibe a un caminante. Deben conseguir otro auto para llegar a Hilltop.

En paralelo, Rosita no quiere perder a otro niño y deciden descansar. Mientras tanto, Carol está preocupada por la recepción de Morgan ante los hechos y este por la falta de apetito de Henry.

El niño pide traumatizado que le revelen el nombre de la persona que mató a su hermano. Los personajes parecen desequilibrados por los hechos y se mantienen en silencio.

La presión se nota en Eugene mientras conversa con Negan en su lúgubre oficina. Este le da la tarea de fabricar armas. Ese gran machete en primer plano sobre la mesa del líder malvado de Washington asusta a su compañero en la conversación. Aun así, Eugene se arriesga a preguntarle por qué ya no le toman importancia a Alexandria. La razón es que su foco ahora es el suministro de balas para su ejército, el mismo que acabaría con Rick. A cambio del trabajo, ofrece a Eugene seguridad personal y comodidades. Esta propuesta parece opcional, pero claramente no está concebido un no como respuesta. Eugene acata.

Hay una línea simultánea con la historia de Dwight porque es muy difícil encontrar la verdad en su discurso. Él jura que no quiere regresar al grupo de Negan hasta que llega el momento indicado y los traiciona.

Se va con los salvadores luego que Tara lo haya perseguido desesperadamente para matarlo. Ella falla y se esconde para que los salvadores no la vean. Él les habla y los dirige hacia otro lado. Se supone que no deberían de haber pasado por el pantano, tal como dijo Dwight.

Este momento reúne un drama minúsculo porque Daryl había confiado en Dwight con su ruta de los pantanos. Al aparecer los salvadores en el lugar, toda la confianza en él se pierde.

Dwight había convencido a Daryl de tomar la ruta de los pantanos. Su argumento era que Negan no enviaría a los suyos por ese lugar, ya que su objetivo era hacer un mapa desde el Santuario hasta Hilltop.

Por su lado, Maggie lucha por alimentar a su comunidad y baja las raciones de comida para los presos, entre ellos Gregory, porque “debe pensar en los suyos primero”.

La visión de Gregory empeora y Carson es asesinado por uno de los saviors cuando los encuentran en una casa. Es una lástima que hayan arruinado ese momento de descanso porque en esa casa abandonada justo habían encontrado los antibióticos necesarios para que mejore su infección en los ojos.

Los sentidos de Gabriel se han desarrollado al punto de cerrar los ojos y con su percepción apuntar las balas que dispara, pero por el momento, solo llora la muerte del doctor.

Finalmente, Gary llega a Hilltop, al campo administrado por Maggie, y Eugene continúa como un fabricante de armas. Esto marca dos posiciones. Por mientras, Maggie cede ante los presos y los libera por buen comportamiento, Negan continúa en la carrera por las armas y las balas de la mano de su fabricante, Eugene, quien da la idea de lanzar vísceras y cabezas de caminantes como municiones. Negan toma el consejo y su nuevo objetivo apunta a conquistar Hilltop.