El acceso que tienen los jóvenes de hoy a las tecnologías del entretenimiento les permite desarrollar habilidades, pero también riesgos como disminuir habilidades morales, sociales y emocionales.
Usar con frecuencia juegos violentos en línea puede distorsionar los principios morales de los niños y adolescentes si los padres de familia no regulan el tiempo y el tipo de juego, advirtieron especialistas de Cerebrum.
Riesgos. La directora de la institución, Anna Lucía Campos, manifestó que el acceso que tienen los jóvenes de hoy a las tecnologías del entretenimiento les permite desarrollar habilidades cognitivas, pero también riesgos como disminuir habilidades morales, sociales y emocionales.
Distorsión. “Las habilidades morales están vinculadas a los principios, a lo que es correcto o incorrecto, bueno o malo. Los juegos de internet violentos los distorsionan en función de la recompensa, pues gana el que mata más o el que logró eliminar a todo un ejército de personas. Allí es cuando empiezan a distorsionarse los principios morales”, comentó a la agencia Andina.
Ciberespacio. Sin embargo, reconoció que gracias al manejo del Internet los chicos están desarrollando habilidades cognitivas como la capacidad de síntesis y de asociación que les permite ingresar al ciberespacio y en poco tiempo encontrar la página web de su interés.
Autorregulación. Pero si el uso de juegos de entretenimiento violentos no se autorregula, empezarán a relacionarse menos con sus amigos y miembros de su familia. “El cerebro dejará de recibir experiencias y estímulos que solo se generan cuando los seres humanos entran en contacto”, indicó.
Sistema de recompensa. La especialista en neurociencias explicó que el sistema de recompensa del cerebro identifica situaciones de placer, y como está vinculado al control neuroquímico, busca repetir la experiencia y una y otra vez más. “Por eso los padres de familia deben ser una especie de cerebro externo para que module el uso de la tecnología y orienten a sus hijos hacia el uso de otros juegos que les permitirá desarrollar sentido numérico u otras capacidades cognitivas".
Padres. Los progenitores deben monitorear la cantidad y tipo de uso, autorregularse ellos también pues inclusive hoy en día los adultos están más conectados con el celular, tablets, WhatsApp y otras herramientas de comunicación virtual. La directora de Cerebrum les aconsejó impartir normas claras en el hogar, las negociables y las que no; explicar por qué son importantes. Refirió que la resistencia de los chicos muchas veces responde a que no entienden la norma.
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