AFHS: Francesca le confiesa a Carmen que ella mató a su hija

Carmen ha estado llamando reiteradamente a Peter con el pretexto de pedirle perdón. Le dice que su vida es un infierno y que no puede vivir con remordimientos. El mayordomo no sabe qué hacer hasta que recibe una nueva llamada en la que Carmen le dice que está en un parque cercano a la casa.

Peter acude a la cita y escucha lo que le dice Carmen respecto a sus sentimientos pero Peter solo la mira y no le cree una palabra pese a sus lágrimas. “Cómo le puedo creer a alguien que puso en peligro a la gente que más quiero, que quiso matar a Madam, que me quiso matar a mí. Estoy vivo porque tienes mala puntería. Adiós, hasta nunca”, le dice el mayordomo.

Peter regresa a Las Lomas y está muy nervioso. Monserrat se da cuenta de su estado y le cuenta a Francesca que algo le pasa al mayordomo. La señor Maldini lo hace llamar y efectivamente ella también se da cuenta que algo le pasa a Peter. Finalmente el mayordomo le cuenta a su patrona que Carmen lo ha estado llamando. Francesca le pide que la cite para denunciarla ante la policía pero Peter le dice que eso no puede ser ya que ella tiene la pistola de Mariano Pendavis con la que Madam mató a Claudia. “Si ella muestra la pistola la incriminará sin duda”, reflexiona el mayordomo. Francesca se queda pensando.

Por su parte, Carmen ya en su casa descubre sus verdaderas intenciones que están muy lejos de pedir perdón. “El muy tonto de Peter me traerá lo que yo quiero”, dice sonriendo malévolamente.

Pero Peter y Francesca deciden idear un plan ya que suponen que el arma está en casa de Carmen. Así, Peter la cita en un parque pero quien acude es Francesca, algo que Carmen suponía que iba a suceder. Empiezan a conversar y entonces Francesca le confiesa que fue ella quien mató a su hija. “Sé que no debí hacerlo, te pido perdón, pero cuando ella puso una bomba en mi constructora simplemente perdí la razón”, le dice. En ese momento llega Peter y sujeta a Carmen de los brazos por la espalda justo cuando llega la policía.

“¡Auxilio! ¡Esta delincuente me quiere matar! ¡Tiene un arma en la cartera!”, grita Francesca. El comisario abre la cartera y efectivamente en ella encuentra un arma. “¡Eso no es mío! ¡Ella tiene una pistola”!, exclama Carmen pero ya no puede hacer nada porque es esposada y conducida al patrullero.

“¿Me permite que me retire? Todo esto me ha puesto muy nerviosa”, le pide Francesca al comisario que la autoriza a marcharse. La señora Maldini se va con Peter aliviada de su plan haya funcionado perfectamente.