El tenista español tuvo que hacer esta aclaración luego de que hackers publicaran las autorizaciones para uso terapéutico que recibió en 2009 y 2012 para tratar sus problemas de rodilla.
"Cuando pides permiso para tomar algo y te lo dan, ya no estás tomando nada prohibido", declaró este lunes Rafael Nadal después de las filtraciones del grupo de piratas informáticos 'Fancy Bears', que publicó sus autorizaciones médicas para tomar productos prohibidos para uso terapéutico.
El inicio de todo. 'Fancy Bears' publicó las autorizaciones para uso terapéutico que recibió Nadal en 2009 y 2012 para tratar sus problemas de rodilla con betametasona (esteroide con propiedades antiinflimatorias) y corticotropina (hormona polipeptítica, usada como antiinflamatorio también).
Lo deja claro. "Nunca he tomado nada que mejore mi rendimiento, jamás. Si tomé esas sustancias fue porque los médicos creían que era lo mejor para mi rodilla", señaló el español en un acto publicitario.
"El deporte no sólo tiene que ser limpio, sino también lo tiene que parecer. No podemos fallar a la gente que nos toma como ejemplo. Tenemos que ser un ejemplo positivo, ni negativo ni dudoso", añadió.
Controles deben ser públicos. "Sería mucho más beneficioso para deportistas, espectadores y medios de comunicación que cada vez que uno hace un control antidopaje saliera publicada la noticia y dos semanas después los resultados. Así se acabaría con el problema, llevo años diciéndolo", señaló el jugador mallorquín.
El dato. El grupo de espionaje cibernético Tsar Team (APT28), también conocido bajo el nombre de 'Fancy Bears' y que estaría compuesto por informáticos rusos, pirateó la base de datos de la Agenca Mundial Antidopaje (AMA) y la semana pasada ya publicó dos entregas con datos confidenciales de una treintena de deportistas.
Entre los primeros afectados estuvieron las hermanas Venus y Serena Williams (USA, tenis), la campeona olímpica de gimnasia Simone Biles (USA) y los ciclistas británicos Bradley Wiggins y Christopher Froome. Los datos revelan que estos deportistas se beneficiaron de autorizaciones de uso con fines terapéuticos (AUT), permitiéndoles tomar medicamentos inscritos en la lista de productos prohibidos. AFP
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