Los ecos se deben a la dispersión, por parte del polvo circundante, de los pulsos de luz procedentes de las estrellas, un fenómeno poco habitual.
Los ecos se deben a la dispersión, por parte del polvo circundante, de los pulsos de luz procedentes de las estrellas, un fenómeno poco habitual ya que exige la conjunción de varios factores: un pulso de luz intenso, una alta densidad de partículas de polvo y que la dirección de la dispersión apunte hacia nosotros.
Según informó el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, al carácter extraordinario de estos hechos se suma que los ecos suelen asociarse a las últimas etapas en la vida de las estrellas, en las que se producen fenómenos explosivos, por lo que este hallazgo en estrellas muy jóvenes resulta especialmente revelador.
El trabajo, publicado en la revista "Astronomy & Astrophysics", ha sido destacado por sus editores en la portada del volumen de septiembre.
José Luis Ortiz, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, indicó que los ecos de luz muestran un cosmos más dinámico de lo habitual.
"En el rango óptico estamos acostumbrados a ver maravillosas imágenes de ciertas partes del universo, pero normalmente mantienen una morfología fija. Sin embargo, lo que vemos en la película que hemos compuesto es una nebulosa cambiante con zonas que aparentemente se expanden", explica Ortiz según informa el portal elmundo.es.
Si bien para la estrella R CrA ya se habían documentado variaciones en el brillo de la región nebulosa a su alrededor, nunca se había registrado el fenómeno en el caso de S CrA, objeto en el que los investigadores han centrado este primer análisis.
"Se trata de los ecos más cercanos jamás detectados y, además, se producen multitud de ecos repetidos, lo que también es novedoso", concluye el investigador.
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