El estudio desvela datos como que algunas zonas del planeta tenían temperaturas más altas que las actuales.
Un grupo de investigadores reconstruyeron
la temperatura oceánica global durante el último máximo glacial, hace 21.000
años, lo que podría ayudar a predecir con más fiabilidad el cambio climático y
su magnitud.
Este es uno de los
principales objetivos de un proyecto llamado MARGO, cuyos resultados se
publican en la edición digital de la revista Nature Geoscience.
El estudio desvela datos
como que algunas zonas del planeta tenían temperaturas más altas que las
actuales, como por ejemplo el mar del noreste de Australia, entre uno y tres
grados.
El español Antoni Rosell,
investigador de
Para llevar a cabo el
estudio, con participación de 52 investigadores de todo el mundo, se acotó el
período de análisis entre los años 23.000 y 19.000 antes de nuestra era.
También se compilaron 696
medidas de la temperatura de la superficie de los océanos a partir de
sedimentos encontrados en las profundidades y los restos de fósiles que
contienen.
Los científicos constataron
que el clima en el período máximo glacial se caracterizó por grandes variaciones
de temperaturas este-oeste en las latitudes tropicales y en el Atlántico Norte
"muy diferentes a las actuales".
Según el trabajo, la
cubierta de hielo que ocupaba gran parte del mar del Norte en este período no
era permanente, como aseguraba CLIMAP.
Por el contrario, se fundía
durante la estación más cálida, lo que permitía el intercambio de calor entre
el océano y la atmósfera, favoreciendo un mayor índice de humedad y el
crecimiento y mantenimiento de grandes casquetes polares en Europa y
Norteamérica.
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