Apple vuelve a casa: esta es la estrategia de la marca para el retorno a las oficinas en medio de la pandemia

Tras la declaración de pandemia, Apple ha resentido varias veces el golpe de la COVID-19 en el mundo: cierre de tiendas en todo el mundo, retraso en la entrega de componentes, cancelaciones de eventos presenciales y hasta la amenaza latente de una postergación para la llegada del nuevo iPhone 12. Pese a esas adversidades, la marca de la manzana ya comienza a confirmar la estrategia para el retorno de sus empleados al Apple Park, la oficina central en Cupertino.

De acuerdo con una comunicación interna referenciada por Bloomberg, Apple dividirá en dos grupos esta tarea. Desde este 15 de junio se permitirá el ingreso de un grupo reducido de personas en días concretos dependiendo de la actividad que realicen en las instalaciones.

En esta primera fase, los empleados deberán mantener distanciamiento social y pasar por control de temperatura. Adicional a estos controles, Apple ha repartido pruebas rápidas de descarte para la COVID-19 entre sus empleados, las que deben ser realizadas antes de esta fase de reinstalación.

Tanto en el campus de Apple Park como en el resto de las oficinas en Silicon Valley, todos los empleados de Apple deben llevar puesta una mascarilla.

Es importante mencionar que, si bien se ha determinado este retorno en dos fases, este no es el primer proceso aplicado al staff de la manzana. En mayo, algunos empleados de la firma en oficinas instaladas fuera del valle reanudaron sus actividades lejos de casa.

De acuerdo con reportes de Bloomberg, algunos ejecutivos e ingenieros de hardware y software habrían mantenido sus labores para mantener el desarrollo de los lanzamientos de productos programados para la segunda parte del 2020. Un pequeño grupo de empleados de Apple permaneció activo durante la cuarentena impuesta en California.

Otras empresas de Silicon Valley han programado el retorno a oficinas. Google había compartido hace unas semanas su plan de regreso a la nueva normalidad, con un control de aforo progresivo que iniciará en julio de 2020.