El descubrimiento en China de un dinosaurio de hace 155 millones de años podría explicar el hasta ahora misterioso origen de la aparición de las alas en los pájaros, según un estudio de la revista Nature.
El descubrimiento en China de un dinosaurio de hace 155 millones de años podría explicar el hasta ahora misterioso origen de la aparición de las alas en los pájaros, según un estudio de la revista Nature.
Con el descubrimiento del Limusaurus Inextricabilis, o saurio que no consigue salir del barro, el equipo el profesor Xing Xu, que tiene en su haber un buen número de descubrimientos sorprendentes, da crédito a la teoría según la cual ciertos dinosaurios son los ancestros de los pájaros.
Este ceratosaurio herbívoro, descubierto en la formación jurásica de Shishugú, en la cuenca del Junggar (oeste de China), forma parte de la suborden de los terópodos, los dinosaurios que podían mantenerse erguidos sobre sus
patas traseras y que en general eran carnívoro.
Según una teoría en boga desde hace diez años, los pájaros desarrollaron sus alas a partir de los miembros anteriores de los pequeños terópodos. Entre éstos, el más antiguo es conocido como Arqueopteryx, de unos 150 millones de años.
A comienzo de la década de los 90, cuando se puso en evidencia el desarrollo embrionario de los pájaros, se echó por tierra esta teoría.
Los dedos más desarrollados de los terópodos corresponden al pulgar, el índice y el mayor, mientras que en los embriones de pájaros, los cinco dedos comienzan a formarse, pero los que se desarrollan para formar las alas son el índice, el mayor y el anular.
Algunos paleontólogos habían concluido que era imposible que las alas de los pájaros se hubiesen desarrollado a partir de las manos de los terópodos. Pero en el caso del Limusaurus Inextricabilis, el pulgar es muy reducido, mientras que el índice, el mayor y el anular están muy desarrollados.
Según el profesor Xu, del Instituto de Paleontología de los vertebrados y de Paleantropología de Pekín, este ceratosaurio podría representar una etapa intermediaria de la evolución entre los dinosaurios y los primeros pájaros. AFP
Con el descubrimiento del Limusaurus Inextricabilis, o saurio que no consigue salir del barro, el equipo el profesor Xing Xu, que tiene en su haber un buen número de descubrimientos sorprendentes, da crédito a la teoría según la cual ciertos dinosaurios son los ancestros de los pájaros.
Este ceratosaurio herbívoro, descubierto en la formación jurásica de Shishugú, en la cuenca del Junggar (oeste de China), forma parte de la suborden de los terópodos, los dinosaurios que podían mantenerse erguidos sobre sus
patas traseras y que en general eran carnívoro.
Según una teoría en boga desde hace diez años, los pájaros desarrollaron sus alas a partir de los miembros anteriores de los pequeños terópodos. Entre éstos, el más antiguo es conocido como Arqueopteryx, de unos 150 millones de años.
A comienzo de la década de los 90, cuando se puso en evidencia el desarrollo embrionario de los pájaros, se echó por tierra esta teoría.
Los dedos más desarrollados de los terópodos corresponden al pulgar, el índice y el mayor, mientras que en los embriones de pájaros, los cinco dedos comienzan a formarse, pero los que se desarrollan para formar las alas son el índice, el mayor y el anular.
Algunos paleontólogos habían concluido que era imposible que las alas de los pájaros se hubiesen desarrollado a partir de las manos de los terópodos. Pero en el caso del Limusaurus Inextricabilis, el pulgar es muy reducido, mientras que el índice, el mayor y el anular están muy desarrollados.
Según el profesor Xu, del Instituto de Paleontología de los vertebrados y de Paleantropología de Pekín, este ceratosaurio podría representar una etapa intermediaria de la evolución entre los dinosaurios y los primeros pájaros. AFP
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