Su análisis permitirá conocer hasta qué punto llegan las diferencias y las semejanzas entre los hablantes de una lengua.
Los especialistas que participan en esta experiencia se reunirán la próxima semana en Comillas, en la región de Cantabria (norte español), para ultimar detalles y aclarar dudas.
La Fundación Comillas auspicia, junto a la Real Academia Española, este Proyecto para el Estudio Sociolingüístico del Español de España y América (PRESEEA), coordinado por el catedrático de la Universidad madrileña de Alcalá de Henares y director académico del Instituto Cervantes, Francisco Moreno Fernández.
PRESEEA dio sus primeros pasos en la Universidad de Alcalá, en 1996, y desde entonces se han sumado cuarenta equipos de investigadores de ambos lados del Atlántico, que han recopilado los materiales que se pondrán a disposición de lexicógrafos, sociolingüistas y aquellos interesados en el uso de la lengua española, en cualquier rincón del mundo.
Su análisis, explicó Moreno en una entrevista con Efe, permitirá conocer hasta qué punto llegan las diferencias y las semejanzas entre los hablantes de una lengua, que el experto define como un "conjunto de variedades" y también "hacia dónde va el español, tanto en el plano de la pronunciación como en el gramatical o en el del discurso".
En su opinión, los hispanohablantes estarán cada vez más cohesionados como comunidad lingüística, porque el alcance de los medios de comunicación y el aumento de la movilidad hacen que los 450 millones de personas que comparten lengua tengan un mayor contacto y se conozcan más.
Algunos de sus antecesores vaticinaron que el nacimiento de las nuevas repúblicas americanas iba a "romper el español en mil pedazos", como pasó con el latín, pero ese temor queda lejos. "Si eso fue una amenaza en el siglo XIX, ahora nos encontramos con todo lo contrario", indicó.
Los materiales del proyecto proceden de hablantes españoles y americanos de todas las edades, estratos sociales y niveles de instrucción. "Ahora mismo es el mayor proyecto de cooperación internacional en materia de lingüística, por el número de investigadores a los que reúne y por la ambición de sus objetivos", aseguró su coordinador.
Parte de la información recopilada puede consultarse ya en Internet y de hecho, es utilizada en tesis doctorales, memorias e "infinidad de trabajos de investigación que se irán publicando poco a poco", precisó el experto.
Además, los materiales de PRESEEA formarán parte del Corpus del Español del Siglo XXI, la gran base de datos que elabora la Real Academia Española y que estará disponible en 2013, en su tercer centenario.
Los lingüistas sostienen que, para que se pueda apreciar "un estado diferente de la lengua", tienen que transcurrir 50 años, explicó Moreno.
"Si pensamos en cómo hablaban nuestros abuelos, reconoceríamos diferencias, no sólo léxicas, sino también gramaticales, de giros, en algunos aspectos sintácticos. Su lengua nos resulta un poco antigua y eso que percibimos como hablantes normales, se puede medir desde el punto de vista de la lingüística", puntualizó.
Moreno apuntó que los cambios sintácticos en una lengua son "muy lentos", pero los léxicos, los que más separan a unas regiones hispánicas de otras, pueden producirse "con gran rapidez".
El proyecto mostrará la forma de hablar español a comienzos del nuevo siglo aunque la idea es emprender una segunda fase para comprobar si las tendencias de cambio se confirman. Eso supondría estudiar "en vivo" cómo evoluciona una lengua, algo que no se ha hecho nunca, aseguró el estudioso.
Por ahora, los investigadores han detectado que el español hablado está perdiendo formas verbales del subjuntivo, que se conserva mejor en América que en España, y con ellas, sutilezas gramaticales.
Pero esa tendencia es común a todas las lenguas, que caminan hacia la simplificación "para ser más económicas, para decir el mayor número de cosas con el menor esfuerzo posible", indicó Moreno.
El experto argumentó que sería "bastante difícil" encontrar en el mundo anglohablante o francófono una experiencia como PRESEEA, que es más factible en el ámbito del español porque existe un sentimiento de comunidad lingüística "muy poderoso".
"Nuestra tendencia natural es a entendernos con el otro, a obviar las diferencias para potenciar lo que tenemos en común", concluyó.
-EFE-
Comparte esta noticia