El terremoto creó ondas de energía que penetraron en la atmósfera superior de la Tierra en las proximidades de Nepal, alterando la distribución de electrones en la ionosfera.
El devastador terremoto que azotó Nepal no sólo se ha cobrado la vida de más de 7.500 personas, ha dejado a más de 14.000 personas heridas y ha dejado en ruinas varias ciudades, sino que ha influido en la atmósfera de todo nuestro planeta, según informa la NASA.
El terremoto de magnitud 7,8 creó ondas de energía que penetraron en la atmósfera superior de la Tierra en las proximidades de Nepal, alterando la distribución de electrones en la ionosfera, la región de la atmósfera situada entre unos 60 a 1.000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
Dichas perturbaciones se controlaron usando señales transmitidas por el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) que fueron recibidas por un receptor situado en una región vecina a Nepal, informó la agencia espacial en su página web.
Las mediciones de perturbación, conocidas como contenido total de electrones vertical, han sido filtradas mediante el software de procesamiento desarrollado por el Laboratorio de Propulsión de la NASA Jet, en Pasadena, California.
La NASA señala que han sido registrados diferentes cambios en la ionosfera que por el momento son materia de investigación, así como otros riesgos naturales como erupciones volcánicas o tsunamis.
Los científicos consideran que los datos que poseen, les pueden ayudar a desarrollar modelos nuevos de propagación de ondas, que podrían formar parte de futuros sistemas de alerta temprana contra los tsunamis y otros desastres naturales, difíciles de detectar o predecir.
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