La popular red social era utilizada por los partidarios del candidato presidencial Mir Husein Musaví, para hacer proselitismo político.
Las autoridades iraníes volvieron a perturbar hoy, por tercera vez en los últimos meses, el acceso a la conocida red social de Internet Facebook.
La página había sido adoptada como una de las plataformas de movilización de la campaña del aspirante reformista a la presidencia Mir Husein Musaví, quien hoy denunció un amplio fraude en los comicios del viernes, en los que salió reelegido por amplia mayoría el actual mandatario, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad.
El ex primer ministro se atribuyó la victoria nada más cerrar los colegios electorales, y entre las muchas irregularidades que denunciaron sus colaboradores destacó "la adulteración" de la comunicación a través de mensajes de texto, que habían sido cruciales en los días previos para movilizar a los votantes.
La campaña de Musaví indicó que ése era el sistema con el que los observadores tenían previsto también denunciar los casos de fraude durante la votación.
Hoy, aunque las comunicaciones por teléfono móvil seguían siendo dificultosas, los sms volvieron a prodigarse para congregar a los seguidores de Musaví, que se manifestaron en diferentes puntos de la Teherán al grito de "ése no es mi voto".
Las autoridades iraníes cerraron por segunda vez el acceso a la red social de Facebook el día previo al inicio de la campaña electoral.
Ese día, más de cinco mil personas habían ya concedido su apoyo a Musaví, que siguió recibiendo adhesiones durante los quince días previos al a votación.
La red volvió a ser accesible después de que durante una rueda de prensa concedida a la prensa internacional, se le preguntara al presidente Ahmadineyad por el cierre.
La página había sido adoptada como una de las plataformas de movilización de la campaña del aspirante reformista a la presidencia Mir Husein Musaví, quien hoy denunció un amplio fraude en los comicios del viernes, en los que salió reelegido por amplia mayoría el actual mandatario, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad.
El ex primer ministro se atribuyó la victoria nada más cerrar los colegios electorales, y entre las muchas irregularidades que denunciaron sus colaboradores destacó "la adulteración" de la comunicación a través de mensajes de texto, que habían sido cruciales en los días previos para movilizar a los votantes.
La campaña de Musaví indicó que ése era el sistema con el que los observadores tenían previsto también denunciar los casos de fraude durante la votación.
Hoy, aunque las comunicaciones por teléfono móvil seguían siendo dificultosas, los sms volvieron a prodigarse para congregar a los seguidores de Musaví, que se manifestaron en diferentes puntos de la Teherán al grito de "ése no es mi voto".
Las autoridades iraníes cerraron por segunda vez el acceso a la red social de Facebook el día previo al inicio de la campaña electoral.
Ese día, más de cinco mil personas habían ya concedido su apoyo a Musaví, que siguió recibiendo adhesiones durante los quince días previos al a votación.
La red volvió a ser accesible después de que durante una rueda de prensa concedida a la prensa internacional, se le preguntara al presidente Ahmadineyad por el cierre.
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